La realidad cotidiana de la gente de nuestro país, en todos los órdenes y niveles de nuestra sociedad, nos hace pensar que nos hemos convertido en un pueblo caníbal o pirañero. Tan reciente como esta semana, fuimos testigos de cómo un automovilista molesto porque el del auto que iba al frente no avanzaba, se le pasó al frente y de maldad le hizo lo mismo como venganza. Y esto no es nada al lado de lo que uno ve en las carreteras.