Podemos Mejorar lo que Hacemos
Por Milton Villanueva
En las próximas semanas estaré compartiendo con ustedes algunas de las anotaciones que hice en medio de los servicios de las iglesias que visitamos en nuestras vacaciones. Son cosas que debemos tomar en cuenta, que se pueden y deben mejorar para ofrecerle a Dios la excelencia de la cual Él es digno.
Aunque esta vez solamente compartiré los asuntos en general, debo confesar que lo más que extrañé en cada iglesia fue el formato y dinámica de culto de adoración de nuestra iglesia. Hay una gran diferencia entre cuando un servicio de domingo está centrado en la adoración del único y verdadero Dios, y cuando la reunión está centrada en el criterio de tener un buen programa. No sé si todos en nuestra iglesia aprecian nuestro servicio de adoración, pero luego que uno tiene conciencia de lo que hacemos o cómo lo hacemos, se le hace difícil sentirse cómodo para adorar en otras congregaciones centradas en el concepto de tener un buen “programa de adoración”.
Por lo demás les adelanto respetuosamente algunas de mis anotaciones: ¡Demasiados decibeles! / ¿Adoración o Programa? / Iluminación / Amplificador, ¿Para qué? / Demasiado cansados para la predicación / ¡Reformados y Carismáticos! ¿Reformados y Dispensacionalistas? / Ofrendar sin Adorar / ¡Pobre de los que están al lado de los que no dejan escuchar! / ¡Cuidado con el uso indiscriminado de la tecnología en el culto! ¿Emoción, Celebración o Adoración? / ¿Hay alguna diferencia con hablar en lenguas en el culto?
Ninguna iglesia es perfecta, pero todas tenemos algo que aprender para hacerlo mejor. ¡REFLEXIONA!