Sermón: Filipenses 4:8 Una mente positiva en medio del caos
Filipenses 4:8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Todo lo que oímos por la radio, vemos en la televisión o la internet, todo lo que nos llega en los medios de comunicación no es otra cosa que el tema del momento: el coronavirus. Una buena parte de las noticias se centra en el avance del mismo, que estamos en la semana pico de contagio, que los recursos médicos de protección se han acabado, la cantidad de personas contagiadas y la cantidad de personas que han fallecido por el covid-19. Otras noticias se centran en el posible descalabro en la economía, la cantidad de personas que han solicitado el desempleo, los patronos que han tenido que cerrar sus negocios porque no pueden abrir y no tienen los recursos económicos para pagar la nómina de sus empleados, etc.
En noticias más alentadoras, nosotros que somos parte de los EUA escuchamos de la aprobación de los 2 trillones de dólares para ayudar a la economía, el dinero asignado en PR para ayudar a los desempleados, los intentos de crear una vacuna que combata el virus, etc.
Cada una de esas noticias traen una carga, aun las noticias alentadoras. El dinero asignado me llegará, será suficiente para los gastos reales, etc.
Además se suma a todo esto nuestra propia dinámica diaria. El pensar: se me está acabando la compra (salgo hoy o mañana); tengo que ir a la farmacia, tengo que ayudar a mis padres, los estudios de mis hijos, etc. Todas estas cosas contribuyen a que nuestra mente esté saturada de pensamientos que nos llenan de ansiedad y de tensión.
Hermanos, la mente es poderosa. Una mente sin frenos y sin controles puede ser una arma negativa en nuestras vidas.
¿Cuál debe ser nuestra reacción en medio de todo esto? El pasaje que hemos citado nos enseña cuál debe ser nuestra actitud como pueblo de Dios ante todo este bombardeo de noticias y pensamientos que llegan a nuestra mente. Esto mismo les estaba pasando a los hermanos de la iglesia a los Filipenses. Tenían una mente saturada de problemas y preocupaciones. ¿Cuáles? Pablo estaba en la cárcel. El necesita ayuda económica y nadie se la está proveyendo. Algunos buscan hacer sufrir al apóstol predicando a Cristo por envidia y contienda. Hay animosidad entre los hermanos. Hay amenazas de persecución y algunos se siente intimidados por eso. En medio de todo esto los hermanos de filipenses se sienten cargados, llenos de tensión entre ellos mismos.
¿Cuál es la solución al respecto? Pablo les dice: debemos cultivar una mente positiva. Dice él: “en esto pensad”. En medio de todas estas noticias que nos cargan y nos llenan de ansiedad Dios nos llama a desarrollar una mente verdaderamente positiva. Es más, tenemos que decir que solo los cristianos pueden justificar el tener una mente positiva en medio del caos. ¿Por qué? Porque para nosotros el mundo es gobernado por Dios y no por el azar, ni el destino, ni la fortuna, ni en última instancia por las leyes de la naturaleza.
Ahora bien. Hoy procuraremos contestar la siguiente pregunta. ¿Cómo podemos desarrollar una mente positiva en medio del caos y la ansiedad? ¿Qué nos dice Pablo en Filipenses 4:8? Veamos.
I. Disciplina tu mente
Fíjate que el verbo principal del pasaje lo es: “en esto pensad”. Y este verbo está en el modo imperativo, es decir, esto es un mandato. Pablo nos quiere decir que en medio de todas las cosas que nos producen ansiedad en la vida no solo debemos ir a Dios en oración, ruego y adoración sino entrenar nuestra mente a pensar de una manera distinta a lo que por naturaleza estamos acostumbrados a hacer.
Hermanos y amigos por naturaleza nuestra mente está inclinada a todo lo negativo. Pablo mismo nos dice que los no creyentes “andan en la vanidad de su mente, 18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Efesios 4:17-18). Este es nuestro retrato antes de ser creyentes. El no creyente no tiene la vida de Dios en su corazón y por tanto su corazón está endurecido y este corazón endurecido vicia la mente. Andan en la vanidad es decir en la futilidad, lo vacío, piensan en cosas sin valor. El no creyente no conoce a Dios salvadoramente. Por eso Cristo viene a revelarnos a Dios, quitando nuestra mente entenebrecida y nos revela al Padre de una manera salvadora. Juan 1:18 “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” 1 Juan 5:20 “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.” Jesús abrió los ojos de nuestro entendimiento, nos iluminó por su Espíritu Santo para poder conocer y entender al verdadero Dios y la vida eterna. Además nos dio la mente de Cristo. 1 Corintios 2:16 “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
Pero aunque esto es así Pablo nos dice: “en esto pensad”. El hecho de que conoces a Dios salvadoramente y tienes la mente de Cristo en la Biblia no te inmuniza totalmente de pensar negativamente de las cosas que pasan en la vida y así estar ansioso. Nuestro deber es dirigir nuestros pensamientos, entrenar nuestra mente, disciplinar la misma y seguir los pensamientos de Dios según Dios mismo. “En esto pensad”. Dirige tu mente a esto que te voy a decir. Ordena tus pensamientos en esto que te voy a enseñar. Entrena tu mente a pensar distinto. Disciplina tu mente a meditar en las cosas que son moral y espiritualmente excelente.
II. ¿En qué debo pensar?
Lo primero que deseo que vean es que estas seis virtudes que Pablo enumera no lo copió de ningún sitio y así procura incorporarlo en la fe cristiana. No fue que Pablo leyó en los libro de los griegos o los romanos estos principios y se copió de ellos. Rechazamos esa idea por varias razones. (1) el carácter cristiano de estas virtudes se ve porque son dados dentro del contexto del versículo 7 que le precede y que nos habla de la paz de Dios y del versículo 9 que le sigue y que nos habla del Dios de paz. El contexto es netamente cristiano. (2) todas estas virtudes fueron modeladas por Pablo y por otros que imitaron a Pablo. V. 9 “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced”. Anteriormente Pablo había dicho en Filipenses 3:17 “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.” Pablo no solo le dijo lo que deben pensar sobre algo sino que se lo ilustró con su conducta de tal manera que ellos vieron el ejemplo de lo que Pablo estaba diciendo. (3) el significado de estas virtudes deben ser interpretados a la luz del uso que Pablo le da a esas palabras en todas sus cartas.
¿Cómo podemos tener una mente positiva en medio del caos? Pablo nos dice: piensa en esto.
(1) medita en todo lo que es verdadero. Rechaza todo lo que es falso. El criterio siempre es la verdad de Dios dada en la Biblia. Dios es un Dios de verdad. Dios es real. Él es fiel. Y por tanto debemos meditar en todo aquello que es verdadero, confiable, real: sea en las ciencias, en las noticias, sea que provenga de cualquier lugar. ¿Por qué? Porque toda verdad es verdad de Dios. No dejes que el sensacionalismo, la información no oficial te lleve a creer y abrazar lo falso.
(2) medita en todo lo honesto. La palabra honesto en el griego es [semna] y es usada solo por Pablo aquí y cuando discute los requisitos de los que ejercen un oficio público en la iglesia. Por ejemplo 1 Timoteo 3:8 “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez”. Ellos deben vivir de tal manera que sean dignos de respeto, de buena reputación, dignidad y venerables. Hermanos, hay mucha porquería, muchas cosas sin valor alguno, que no edifican, que en vez de ser digno es indigno en los medios de comunicación. Medita en lo que es digno de consumir tu tiempo. Desecha todo lo frívolo, todo lo deshonesto.
(3) medita en todo lo que es justo. Lo justo es lo que es conforme a los estándares de Dios. Es lo que Dios mismo aprueba. Hermanos, Dios nos creó a su imagen y semejanza y por tanto cada persona es digna en sí misma. Decir que los ancianos o los abuelos no deben ser tratados del coronavirus porque ya cumplieron su cuota o vida y debemos dar paso a los jóvenes y que pueden salvarse es contrario a los estándares divinos.
(4) medita en todo lo puro. Lo puro es lo que es libre de impurezas. Es lo casto y lo virginal. Todo lo es inocente, puro sin manchas. No pierdas el tiempo escuchando las barbaridades que se escuchan en la prensa donde se da culto al pecado y se justifica toda la maldad. Nada de eso edifica. Todo eso nos carga de dolor y frustración. Y nos contamina. Llena tu mente en lo que es puro y santo. Hermanos, Dios nos ha dado una nueva mente no es para que la ensuciemos con la basura pornográfica que vemos y oímos. Sé santo con lo que ves en la televisión. Todas esa suciedad contrista el Espíritu Santo. Daña nuestra conciencia y nos llena de ansiedad.
(5) medita en todo lo que es amable. Significa todo lo que es querido, amado, aceptable, agradable. Hay mucha agresividad en el ambiente. Lo único bueno es lo que yo hago. Hay mucha politiquería en el ambiente que nos hace menospreciar al que no piensa como yo. Cuidado con eso.
(6) medita en todo lo es de buen nombre. La palabra significa bien hablado, de buen reporte, buena fama, laudable.
Pablo luego nos da una clausula zafacón. Ejerce discernimiento en todo lo que escuchas. Y “si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. En otras palabras, todo aquello que promueva la excelencia moral y espiritual nuestra en conformidad a la Biblia, en eso también debemos meditar.
¿Qué nos quiere enseñar Pablo aquí? Nos quiere enseñar que Dios nos ha dado una nueva mente al hacernos una nueva criatura. El nos ha revelado su mente al darnos su Palabra. Dios desea que vivas una vida nueva pero esa vida nueva jamás se puede vivir si estamos en ansiedad en todo momento. Y la ansiedad se da por medio de todo lo que llegue a nuestras mentes. Y todo lo que llega a nuestras mentes pasa a nuestro corazón. Por eso es necesario que filtres todo lo que llega a tu mente por los medios sociales. Y procura llenar tu mente en vez de pensamientos negativos que solo tratan de lo mal que están las cosas, del caos que hay, de los resultados nefastos que va traer el coronavirus, llénala de todo lo que verdadero, honesto, puro, justo, amable y de buen nombre. Llena tu mente de la verdad de Dios: estudia la Palabra de Dios, lee libros cristianos buenos, estudia la doctrina, lee libros clásicos que estimulen tu mente, lee en vez de oír ya que al leer aprendes a escribir y así aprendes a hablar, medita en los cielos porque ese es tu hogar y te recordarás que allí no tendrás ansias jamás porque allí habita todo lo verdadero, lo puro, lo honesto, lo de bueno nombre, etc.
No te olvides de esta gran verdad. Proverbios 23:7a “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Nosotros somos lo que pensamos. Disciplina tu mente a lo positivo y en medio del caos, practica lo que has aprendido y el Dios de paz estará contigo siempre.