Patrones Depresivos

Los depresivos suelen darse una y otra vez con la misma piedra Ninguna persona está obligada a deprimirse. Y sin embargo, hay depresivos cíclicos, que no bien han salido de una depresión cuando ya se puede predecir que caerán en otra. Es como tropezar una y otra vez con la misma piedra o caer vez tras vez en el mismo hoyo. Pero, la culpa no la tiene ni la piedra ni el hoyo sino el que no toma las medidas para no volver a accidentarse.

Saliendo de la Depresión

Salir de la depresión no es fácil, pero tampoco imposible. Siempre que pienso en la depresión me acuerdo de aquel antiguo anuncio de televisión que decía: “Si la montaña de platos le hace sentir así...”, y salía una ama de casa que se disminuía ante una acumulada y creciente montaña de platos en su cocina. Entonces, venía la solución: “Use tal detergente...” ¡Qué persona no se deprime cuando se le juntan las trasteras de desayuno, almuerzo y comida. Y, peor aún, si deja que se le junten por más de un día. Y es que la depresión es como una montaña de platos que se nos ha ido acumulando, y que seguramente hemos ido postergando hasta que nos parece demasiado grande para hacerle frente. Y mientras más tiempo pase, menos deseos tenemos de lavarlos.

Entendiendo la Depresión

La puerta de escape de la depresión no es un secreto profesional sino bíblico. El cuadro sintomático que presenta una persona deprimida puede ser asombrosamente complejo. Puede ir desde los trastornos de apetito y sueño, falta de concentración, sentimientos de culpa y vergüenza, llanto espontáneo, pensamientos suicidas, baja autoestima, dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales, y por ahí sigue la lista. Pero como nos indica el Dr. Jay E. Adams, padre de la consejería bíblica: “El hecho importante que hay que recordar es una depresión no resulta de ninguno de estos factores, sino que viene de un proceso cíclico en el cual el problema inicial es tratado mal, de tal forma que se agranda en espirales descendentes, y que al final acaban en la desesperanza.” Digámoslo así; que con nuestra forma de actuar o reaccionar hemos ido creando un remolino dentro de nosotros que ha terminado arrastrándonos hacia el fondo, y agotando nuestra capacidad para luchar y ponernos a salvo.

Depresión y Responsabilidad

Si está usted atravesando por una depresión, y quiere salir, ya es tiempo de asumir responsabilidad por ella. Ya se ha dicho que toda persona experimenta depresiones a lo largo de su vida. Sentirse triste y angustiado de vez en cuando es algo común en el repertorio de todos. Pero, cuando la cosa va más allá y se pierde el interés por la vida, cuando se experimentan pensamientos catastróficos y suicidas, aislamiento, letargo, desgano y otras manifestaciones lúgubres y mórbidas, quiere decir que se están agotando las energías, la motivación y los deseos de seguir luchando en la vida. Lo cual puede presagiar hasta el peor de los disparates.

Cuando Dios va a un Funeral

“Cuando Dios va a un funeral” es el sugestivo título de uno de los capítulos de uno de los más recientes libros del profesor Michael Horton. Me parece genial su análisis de la comparecencia de Jesús ante la tumba de su amigo Lázaro. La escena no podía ser más conmovedora. Muchos amigos de la familia habían venido a consolar a sus hermanas. Cuatro días más tarde apareció Jesús en la escena fúnebre. María salió a su encuentro y entre lágrimas lamentaba: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.” Con estas palabras María enmarcaba con oro su fe en Cristo. Y muy bien lo interpreta Horton cuando dice: “Es importante ver cómo aquí Marta refleja esa combinación de desilusión que estrujan el corazón y la fe que encontramos en los Salmos. No cree que ni siquiera la muerte tenga la última palabra en la presencia de Jesús.”

Un Pueblo Radical...

Un Pueblo Radical con el Pecado y fiel Sólo al Señor “Si tu ojo derecho..., si tu mano derecha te es ocasión de caer, sácalo, córtalo, échalo de ti, pues es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.” Mateo 5:29-30 Cuando el Señor Jesucristo usó estas palabras tan radicales, lo hizo como secuela de haber reinterpretado el antiguo mandamiento: “No adulterarás.” “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28). Lo cierto es que si Dios fuera a actuar radicalmente en la aplicación de este mandamiento toda la humanidad estaría tuerta y mutilada. Sin embargo, en su gran amor y misericordia es condescendiente con nosotros, y nos advierte de la gravedad del pecado oculto que puede o no trascender, o consumarse físicamente. Delante de Dios no hay diferencia entre un corazón contaminado y un “lecho mancillado”. Además, que nunca el pecado entra al corazón sino que nace y sale de él.

Un pueblo Distinto...

Un Pueblo Distinto a Todos los Demás “No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal. Así como yo no soy del mundo, ellos tampoco son del mundo.” – Juan 17:15-16 Los cristianos somos ciudadanos del reino de los cielos. Cristo no oró para que el Padre nos sacara de este mundo sino para que nos guardara del mal. La palabra clave del Sermón del Monte es “no sean como ellos”. Y la razón es que aunque estamos en el mundo, no somos del mundo. Nuestra ciudadanía está en los cielos. Somos ciudadanos del reino de los cielos aquí en la tierra.

Entendiendo la Doctrina del Pecado Original-parte I

Entendiendo la Doctrina del Pecado Original – Parte I ¿Cómo escaparemos si tuviéremos en poco una salvación tan grande? Es imposible entender la naturaleza y grandeza de la salvación si no entendemos de qué y cómo. Las respuestas a estas preguntas son: “del pecado” y “por medio de Cristo”, y pueden parecernos simples a primera vista. Pero lo que esto implica o cómo se interpreta es lo que hace la diferencia, y lo que ha generado interminables controversias dentro de la Iglesia desde los primeros siglos.

Entendiendo La Doctrina del Pecado Original - Parte II

Pelagio estaba sinceramente equivocado en cuanto al pecado original, pero Agustín, no. Ya hemos dicho que Pelagio, un monje del siglo quinto reaccionó con apasionadas convicción a una oración de Agustín, otro monje contemporáneo suyo. Pelagio enseñó que el hombre, luego de su primer pecado, permaneció esencialmente igual a antes de cometerlo, y enfatizó firmemente el libre albedrío y su capacidad para decidir entre el bien y el mal, como si el pecado no hubiera tenido sobre él ni su descendencia ninguna consecuencia. De acuerdo a Pelagio cada infante que nacía en este mundo, lo hacía en la misma condición de Adán antes del pecado.

Entendiendo la Doctrina del Pecado Original - Parte III

Semi-Pelagiano, no era un pariente de Pelagio, sino un Pelagianismo rebajado. Retomando la causa de Pelagio, surge lo que se llamó el “Semi-Pelagianismo”, asumiendo lo que ellos entendían era un punto intermedio entre las posiciones de Agustín y Pelagio. Un pelagianismo rebajado, que aceptaba en parte los efectos, consecuencias y alcance del pecado de Adán, tanto en él como en su posteridad, pero que le reserva al hombre una dosis de buena voluntad como para poder cooperar con la gracia de Dios en la conversión.

Otro Culto Falso

Hace algunos años Mark Buchanan publicó en la revista “Chistianity Today” el siguiente artículo titulado “Atrapado en el culto de la próxima cosa”: “Pertenezco al culto del ¿Qué es lo próximo?. Es peligrosamente fácil caer en este grupo. Sucede por defecto, y no por elección del culto, cuando no se logra resistirle. El culto del ¿Qué es lo próximo? es el consumismo en términos religiosos. Tiene su propia letanía de palabras sagradas: más, tú te lo mereces, nuevo, más rápido, más limpio, más brillante. Tiene su propia liturgia tradicional: cárguelo, crédito instantáneo, sin pronto pago, pago diferido, sin intereses por tres meses. Tiene sus propios predicadores, evangelistas, profetas y apóstoles: publicistas, jugadores y patrocinadores de celebridades. Tiene, por supuesto, sus propios santuarios, capillas, templos, mecas: centros comerciales, supertiendas, almacenes. Tiene sus propios sacramentos: tarjetas de crédito y de débito. Tiene su propia experiencia de éxtasis: las compras compulsivas. El mensaje central del culto del ¿Qué es lo próximo? proclama: “Desea y compra porque el reino de las cosas se ha acercado.”

¿A dónde habrán ido a parar las pobres almas del limbo?

Luego de siglos de discusiones la iglesia tradicional hizo desaparecer, como por arte de magia, el limbo. El limbo, dentro del lenguaje eclesiástico o religioso, no es un baile caribeño sino un lugar a donde, supuestamente, iban a parar las almas de aquellos que nunca fueron bautizados por la iglesia. Pero, el viernes 20 de abril del año 2007, ese sector del cristianismo, bajo la autoridad de su máximo líder, afirmó y proclamó que el limbo no existe. De allí que nos preguntemos, ¿a dónde habrán ido a parar las pobres almas que por siete siglos habían enviado al limbo?

La Obediencia Activa de Cristo

Hoy queremos dedicar nuestro espacio a la “obediencia activa de Cristo”. Confieso que he tenido ante mi excelentes escritos acerca de la obediencia activo de Cristo, pero ninguno me ha cautivado más que el que corresponde a Gresham Machen, líder principal en la formación de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa. Fue un mensaje radial que pronunció pocas semanas antes de su muerte en 1937.La semana anterior había hablado acerca de los sufrimientos de Cristo por nuestros pecados. Pero no había dicho nada acerca de la obediencia activa de Cristo. Y se sentía en deuda con hacerle justicia a este aspecto de su obra para salvarnos.