Tanto el pobre como el rico, los que están en posiciones privilegiadas como los que no, son confrontados con la verdad de su palabra. El único que puede pagar el precio por tu alma es el mismo Dios a través de la vida de su Hijo.
¿Tienes idea de cómo el creer a las promesas de Dios llenará tu alma de fe? ¿Tienes idea cuanto de tu día y de tu cotidianidad cambiará por qué cuentas con las promesas de Dios, que esta cerca?
Ahora amado si ya estas reconciliado con Dios, ya tienes paz con Dios y eres amigo de Dios. Reconoce pues que Él es el que te ayuda y es quien sostienen tu vida.
En este salmo, Dios da suficiente esperanza para no desmayar. Para no caer en la locura de la cultura de despreciar la misericordia de Dios y la verdad de Dios.