Mateo 1:18-25 Un Nacimiento Sobrenatural para un Ser Sobrenatural
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Mateo 1:18-25 “18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”
El nacimiento de un niño siempre es motivo de gran algarabía. Los padres sueñan cómo será este niño. Sus sueños son que será una tremenda persona que vino a traer mucha alegría a la familia. Desean verlo crecer y convertirse en una gran persona. Y que todo en la vida le vaya bien. Entre otras cosas. Para los padres sus hijos son especiales.
Hoy vamos a hablar de una persona que sobrepasa a todas las demás personas especiales en el mundo. ¿Sabes por qué? Porque Jesús no es cualquier persona. El es el Rey Mesías con derecho al trono de David. Heredero de las promesas hechas a David y a Abraham. Pero para que tengamos una clara concepción de lo distinto que es esta persona a todos los demás, se nos enseña que por medio de su nacimiento sobrenatural se nos revela a una persona sobrenatural. Nuestra salvación depende de que sea así. Jesús es una persona sobrenatural que vino por medio de un nacimiento sobrenatural. Veamos.
I. Un Nacimiento Sobrenatural
Mateo desea enseñarnos que este Rey Mesías es una persona distinta a todos los demás. El es heredero al trono de David. Él es hijo de Abraham también. Y lo grande de esta persona no solo se limita a su genealogía o árbol genealógico sino a algo más. Uno que viene a poner fina al pecado en el mundo no puede ser cualquier persona. Lo sabemos por la manera en que éste vino al mundo. Jesús vino al mundo a través de un nacimiento virginal o para hablar con más precisión a través de una concepción virginal.
A. La Concepción Virginal (Base Bíblica)
Cuando hablamos del nacimiento virginal de Jesús nos referimos a su concepción virginal. Él fue concebido en el vientre de María cuando ésta era virgen. Muchos niegan que Jesús nació de una virgen. Y piensan que es imposible que esto sea así. Pero hermanos, si Dios es Dios entonces no hay nada difícil para Él. Eso mismo fue lo que Dios le dijo a María en Lucas 1:37 “porque nada hay imposible para Dios.” Aquel que creó los cielos y la tierra con la voz de su poder puede hacer que una virgen conciba. A menos que nuestro concepto de Dios sea de un dios limitado en poder no hay nada irracional en creer en la concepción virginal de Jesús. Nuestra fe descansa en lo que Dios ha revelado en la Biblia. Y todo el pasaje nos enseña que Jesús nació de una virgen. ¿Cuál es la base bíblica?
(1) 1:16 Mateo hace claro que José no es el padre biológico de Jesús. “y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.”
(2) 1:18 hace claro que aunque María estaba desposada con José aún no se había consumado el matrimonio. “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.” En la cultura judía el proceso matrimonial se daba en tres pasos. Los padres eran los responsables de escoger la pareja de su hijo. Dos, se hacía una fiesta de compromiso o desposorio en la cual se intercambiaban regalos como garantía perpetua de su compromiso. Desde ese momento eran llamados esposo y esposa, como lo vemos aquí en el V. 19 “José su marido”. V. 20 “María tu mujer”. Este compromiso no podía ser disuelto sino por medio de una carta de divorcio si alguno de ellos fuera infiel. Duraba un año y al cabo del año se celebrada la boda per se.
(3) 1:20 se le atribuye la concepción al Espíritu Santo y no ha ningún hombre. “no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.” Esta última frase en el griego es [ἐκ πνεύματός ἐστιν ἁγίου]. La preposición “ek” implica fuente u origen. Es decir, la fuente y origen de esta concepción se le atribuye al Espíritu Santo.
(4) El deseo de José de divorciarse de María se basa en que él entendía que ella la había sido infiel.
(5) El evangelio de Lucas lo atribuye también a la obra del Espíritu Santo. Lucas 1:35 “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.”
Todo esto demuestra que es la enseñanza bíblica la concepción virginal. Pero esta doctrina fundamental tiene también una base teológica.
B. La Concepción Virginal (Necesidad Teológica)
¿Es necesario creer en la concepción virginal si somos cristianos? Claro que sí. ¿Por qué?
1. Es necesario creerla porque es revelada. Hermanos, todo lo que Dios revela en la Biblia debe ser creído. No creer algo que Dios ha revelado es ser desobedientes a su Palabra y autoridad. Si no creemos esto que ha sido revelado que evitará que dejemos de creer cualquier otra cosa que Dios ha revelado. Pero la característica distintiva de todo creyente, de una creyente genuino es que oye la voz de Cristo y le sigue. Oye la voz de Cristo revelada en la Palabra y la obedece. Juan 10:27 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,”. Así que es necesario que creamos en la concepción virginal de Jesús porque Dios así lo ha revelado.
2. Necesaria para la Integridad de la Persona. La concepción virginal era necesaria para preservar el hecho de que la Segunda Persona de la Trinidad se une, no a una persona divina sino, a nuestra naturaleza humana.
3. Necesaria para la Obra de Redención. La persona que viene a efectuar la redención no puede ser cualquier persona sino Dios mismo. El ser humano no puede salvarse así mismo. Dios tiene que intervenir en este asunto si va a haber salvación. Y el salvador de los seres humanos tiene que venir al mundo en la misma naturaleza que pecó la humanidad para rescatarla del pecado. Y que fuera santificada esa naturaleza humana por el Espíritu Santo al momento de la concepción para garantizar que el ser que nazca sea santo.
Por eso Mateo nos quiere enseñar que lo grande esta persona se basa no solo en que es hijo de David e hijo de Abraham sino en el hecho de que ha nacido de una concepción virginal. Jesús nació de una virgen.
La concepción virginal descansa también en el hecho de que Jesús no es cualquier persona. El es una persona sobrenatural.
II. Una Persona Sobrenatural
Qué Jesús es una persona sobrenatural lo vemos revelada en su nombre.
A. Revelada en su Nombre
A José en sueños se le apareció un ángel. Cuando él ya había decidido lo que iba a hacer Dios intervino por medio un ángel. Y le reveló la voluntad de Él. Le dijo: V. 20-21 “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Hermanos, mira lo grande y glorioso que es ese nombre, Jesús. No es meramente el nombre sino lo que ese nombre revela. Jesús y solo Jesús es el Salvador del mundo. Y no solo eso. Hay tres cosas súper importantes en esta oración que no solo el mundo necesita oír sino la iglesia de Cristo también.
(1) El es Jesús porque él salvará. El salva. El no vino a intentar salvar a los pecadores. El los salva perpetuamente. En su obra de salvación: él no intenta salvar y muchas veces se queda frustrado como el 99% de las iglesias de este país afirma. Mira todas las iglesias que nos rodean. Todas ellas enseñan que Cristo vino a intentar salvar. Que muchos de los que “salva” al final no serán salvados porque pierden la salvación. Pero Mateo nos enseña aquí que él salvará, no meramente intentará salvar, sino que los salvos serán salvados. Su salvación es segura. ¿Es eso lo que se enseña en las iglesias de PR? Por eso Jesús mismo dijo en Juan 10:27-29 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.” Ese es el evangelio. Negar esto es presentar un evangelio distinto al que Jesús enseñó. Es negar el poder omnipotente y perfecto de su sacrificio. Es presentar a un Cristo impotente. Es otro evangelio.
(2) El salvará a su pueblo. ¿Quiénes son su pueblo? Su pueblo son sus seguidores. Su pueblo son los que han rendido toda su vida a Jesús. Son los que lo han recibido como su Rey y salvador. El no salva sino a aquellos que él gobierna. El es el salvador de aquellos y solo de aquellos en quienes él gobierna.
(3) Él nos salva de nuestros pecados. Él no nos salva con nuestros pecados sino de nuestros pecados. El no solo hace que los creyentes sean libres de la culpa del pecado y de aquí de lo que merecen sus pecados sino también del poder reinante del pecado. El pecado ya no reina en los corazones de los hijos de Dios. Estará presente pero no reina. Solo los que viven una vida de obediencia a Dios en agradecimiento de la salvación que Dios les ha dado por medio de Cristo son lo que morarán en las mansiones celestiales. Cuán distinto es lo que se predica por ahí. Nosotros predicamos la perseverancia de los santos. Por ahí se predica la perseverancia de los pecadores. “Vive en desobediencia a Dios pero no te preocupes, como aceptaste la oferta de salvación ya eres salvo, no dudes de tu salvación.” ¡Cuán distinto es el evangelio de Cristo! El vino a salvarnos de nuestros pecados no con nuestros pecados.
Nadie puede lograr tal salvación. Lo glorioso de Jesús es que él salva para siempre. Ni tú ni yo podemos lograrlo. Mi vida es tan frágil y débil que si mi salvación dependiera de mí jamás llegaría a los cielos. Pero Jesús es el Salvador. El salvará para siempre a todos los que se rinden a él con todo su ser.
La gloria de Jesús no solo se revela en su nombre sino también en su naturaleza.
B. Revelada en Su Naturaleza
V. 22-23 “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” José, todo lo que ha sucedido con respecto a María y su embarazo no es algo que ocurrió por casualidad. La obra de salvación no es algo improvisado. La salvación de un alma es tan seria para dejarlo al azar. No. Todo esto ha ocurrido en cumplimiento a lo que Dios había profetizado hace 700 años atrás. Solo un Dios que controla la historia puede anunciar de antemano lo que va a hacer y se cumple. Dios por medio del profeta Isaías había anunciado la venida de este salvador. En Isaías 7:14 Dios le dijo al rey Acaz “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” ¿Pero cómo Mateo aplica lo que Dios le dijo al rey Acaz, en un contexto histórico en particular, cuando el pueblo asirio iba a invadir a Judá? ¿Cómo Mateo puede aplicarlo aquí a la venida de Jesús? Las señales proféticas en la Biblia tienen dos funciones: una de anunciar para persuadir como cuando Moisés haría la señal de la vara que se convierte en serpiente para persuadir que Dios lo había enviado. Éxodos 4:8-9 “Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. 9 Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.” Pero hay otra función: la de una confirmación futura, como cuando Dios le dijo a Moisés la señal de que Dios estará con él lo verá confirmado cuando ellos salgan de Egipto para adorar a Dios. Éxodos 3:12 “Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.” En otras palabras la profecía de Isaías 7:14 no fungió para persuadir a Acaz de que confiara en Dios sino de una confirmación futura de que Dios iba a estar con su pueblo.
La gloria de Jesús se basa no solo en su nombre sino en su naturaleza. El sería llamado Emanuel. El sería reconocido por su pueblo que la encarnación de Dios. La venida de Jesús es la venida de Dios. Su venida marcó una nueva era. Dios cumplió su promesa de realizar su pacto. El había pactado hacer su morada entre nosotros. La venida de Jesús garantiza esta. Su venida lo demuestra. Al ver a Jesús no solo vemos a Dios sino Dios está con nosotros. Dios mismo vino a efectuar la obra de salvación. Emanuel es su título, el título del Redentor. Cristo es Dios. Por eso al ver a Jesús vemos a Dios. Por eso solo él revela al Padre y ver a Jesús es ver al Padre, ya que el Hijo es la imagen del Padre.
Hay algo importante. No es que Jesús es Dios con nosotros pero al subir a los cielos ya no lo es. No. El es Dios con nosotros. Aunque él se fue con respecto a su naturaleza humana, en su naturaleza divina él sigue con nosotros. El nos dejó su Espíritu Santo el cual mora con nosotros y en nosotros. El se pasea en medio de su iglesia. El jamás a abandonado a su iglesia. Por eso Jesús mismo promete al final de este evangelio en Mateo 28:20 “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Jesús es una persona sobrenatural porque él es Dios mismo con nosotros. Y lo glorioso de su persona y obra conllevó que viniera al mundo de una manera especial: por concepción virginal. Y no solo eso. Dios determinó que las personas que fueran el vehículo para su nacimiento y crianza fueran personas especiales también. Lo podemos ver en el hecho de María la cual era una mujer piadosa. Y aunque el pasaje no nos dice mucho si nos dice algo. María no se desposó con cualquier persona. Ella estaba desposada con un hombre piadoso. José es descrito aquí como un hombre justo. V. 19 “José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.” Ella no se desposó con un no creyente. Ella no hizo yugo desigual. Ella se comprometió en casamiento con un hombre justo, lo cual significa un hombre fiel en obedecer la ley de Dios. Un hombre misericordioso. La ley demandaba que ella fuera apedreada por su adulterio. Pero la ley daba dos opciones más. Él debía divorciarse de ella. Había un procedimiento público para ello. Pero la ye también permitía un divorcio privado con la presencia de dos o más testigos. José escogió esto último. José era un hombre dispuesto a obedecer a Dios aunque esto implique la burla de los amigos y familiares. Un hombre que sabe que obedecer a Dios debe ser siempre lo primero aunque no lo entienda. Un hombre dispuesto a obedecer a Dios con prontitud. V. 24-25 “24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS”. El versículo 25 nos enseña que José no tuvo relaciones sexuales con María hasta que ella dio a luz. Implicando indirectamente que luego del nacimiento de Jesús María y José vivieron una vida matrimonial como cualquier hijo de vecino. No es pecaminoso que los esposos tengan relaciones sexuales. La idea de la perpetua virginidad de María no es bíblica y se basa en la creencia errónea que la vida célibe es una vida más santa y pura que la vida de matrimonio. Eso es no es cierto. El matrimonio es honroso para todos y el lecho sin mancilla.
¿Qué nos quiere enseñar Mateo? Jesús es el Salvador del mundo. Él no es cualquier persona. El es Dios e Hijo de Dios. Y como El es un ser sobrenatural, El vino de una manera sobrenatural, por medio de la concepción virginal. ¿Es esa tu fe? ¿Es ese el Salvador de tu vida?