Primera Iglesia Presbiteriana Ortodoxa: Jesús es la Verdad

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Sermón: Jeremías 6:16 Las Sendas Antiguas de los Puritanos ingleses

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Sermón: Jeremías 6:16 Las Sendas Antiguas de los Puritanos ingleses Pastor Roberto Quinones Cardona

Jeremías 6:16 “16 Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos”.

 

            Cuando uno lee pasajes como éste uno se maravilla no solo del contenido del mensaje sino de la manera en la cual Dios lo comunica. ¿Qué quiero decir con esto? Con esto quiero decir que Dios trabaja con nosotros de diferentes maneras. Así como un padre trabaja de diversas maneras con sus hijos cuando desean que hagan algo en particular. Por ejemplo, el padre tiene la autoridad de ordenarle a un hijo: quiero que recojas tu cuarto que tienes un verdadero reguero. El padre puede incluso amenazar a su hijo si no cumple la orden. Pero un padre puede también acercarse a un hijo y decirle: sabes qué: me gustaría que me hicieras un favor: podrías recoger el cuarto. 

            Dios trata con nosotros de la misma manera. En este pasaje lo podemos ver claramente. Dios tiene autoridad sobre su pueblo para decirles: este es tu deber y Dios lo hace muchas veces. Y nosotros debemos obedecer porque Dios lo dice y punto. Muchas veces Dios hace eso: nos pide que obedezcamos por el solo hecho de que El lo ordena. Y eso está perfectamente bien. Dios es nuestro creador y Él es soberano y por tanto tiene derecho y autoridad para imponer leyes sobre nosotros y ordenarnos que las cumplamos. En otras veces Dios amenaza a su pueblo. En otras les da razones basados en la historia de la salvación. Y les recuerda que Dios los libró de la esclavitud en Egipto y de otros males. Y en el NT a veces Dios nos motiva a obedecer al decirnos que Su Espíritu mora en nosotros. Como lo dice Pablo en Gálatas 5:25 “25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. Y nos trata de una manera tierna.

            Así lo hace aquí. Dios le habla a un pueblo rebelde. Les habla por medio del profeta Jeremías quien vivió durante la caída de Jerusalén y vio y vivió toda la tragedia.  El vivió para los años 600 A.C. Y en el contexto del pasaje Dios está amenazando al pueblo de Judá lo que les sucederá por su desobediencia. Pero en medio de esas amenazas El revela que su corazón está dispuesto a perdonarles. Lo podemos ver en el versículo 8 “8 Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada”. Y en el versículo 16 les da un consejo. Fíjate que, aunque Dios puede ordenarles cualquier cosa que El desee, El les habla como dándoles un buen consejo. Y la imagen detrás es la de un viajero que está perdido tratando de ver por dónde debe ir. ¿Cuál es la ruta correcta a seguir? Y les dice: no sigas adelante, para por el momento, mira las alternativas, las diversas rutas a seguir. ¿Cuál es la ruta correcta? Dios les aconseja: “preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él,”. Pregunta por los caminos del pasado. Allí encontrarás muchas cosas buenas y que te serán de bien y de guía. Fíjate que el pasaje reconoce que no todas las cosas del pasado necesariamente eran buenas. A veces podríamos pensar que el pasado fue perfecto y lo correcto es repetir absolutamente el pasado. Pero eso no es lo que dice el pasaje.  “Pregunta por las sendas antiguas”: pregunta acerca de cómo nuestros padres espirituales del pasado pensaron, actuaron y vivieron según la Palabra de Dios, según la ley de Moisés. Y analiza cuál es lo bueno que hicieron. Cuál es el mejor curso de acción. Y entonces anda por ese camino. Pero no debemos pensar que l criterio para determinar el camino es lo que yo crea que es el camino. No es así. Ya Dios les había revelado a ellos por medio de la ley y de los profetas cuál es el camino que deben seguir. Por eso Dios les amenaza, V. 19 “porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley”. 

            Y Dios les da un motivo para así hacerlo: “y hallaréis descanso para vuestra alma”. Entonces disfrutarás del favor de Jehová. Gustarás de la bondad de Dios. Y verás que Dios será un santuario para ti: un lugar de refugio. Y disfrutarás de la compañía de Dios. Aquí hay una gran verdad para nosotros: solo hay paz para nosotros cuando obedecemos la Palabra de Dios.

            Fíjate que el consejo es mira el pasado, aprende de él. No temas imitar lo bueno del pasado y desechar lo malo. Camina en esas cosas buenas y recibirás bendición. Aprende lo bueno del pasado para que vivas el presente y sepas cómo prepararte para el futuro.

            De eso queremos predicar en el día de hoy. Este mes es el mes en el cual recordamos la Reforma Protestante. Y deseo que miremos lo que hicieron nuestros padres espirituales del pasado. Para que aprendamos de las cosas buenas que hicieron. Desechemos los errores que cometieron y podamos dirigirnos al futuro.

            Pero esta vez no pienso tratar de los Reformadores magisteriales. No vamos a tocar ni a Lutero, ni a Calvino ni a Knox. Hoy solo deseo introducirles a nuestros padres espirituales que dieron forma a nuestra doctrina. ¿De quiénes hablo? De nuestros padres espirituales que nos dejaron los estándares de Westminster, que son la base doctrinal de nuestra denominación y de esta iglesia. Quisiera introducirles a los ministros puritanos ingleses del siglo XVII, quienes redactaron nuestra confesión de fe. Conocer sus vidas, aprender de su fe e incluso aprender de sus errores. Y deseo que lo veamos en tres partes. 1. ¿Quiénes eran los ministros puritanos ingleses del siglo XVII?  2. ¿Qué logros cosecharon? Y 3. ¿Qué principios espirituales nos pueden enseñar hoy día?  

I. ¿Quiénes eran los ministros puritanos ingleses del siglo XVII?

            Los débiles comienzos de la Reforma de la iglesia de Inglaterra se dieron durante el reinado de Enrique VIII. El rey de Inglaterra y la iglesia anglicana se separan de la iglesia Romana porque el papa no le concede a Enrique el divorcio de su esposa Catalina de Aragón de España. Y aunque Enrique VIII siempre fue y murió católico romano tal separación de Roma favoreció indirectamente, sin Enrique proponérselo, el avance de la teología de la Reforma.

            A la muerte de Enrique (1547) le sucede su hijo Eduardo VI quien fue educado y criado protestante. Así las cosas. Y durante su breve reinado de 6 años, ya que muere a la edad de 16 años, la Reforma en la iglesia anglicana se mueve a grandes pasos bajo la dirección del Arzobispo de Canterberry, Thomas Cranmer, quien era protestante.

            A la muerte de Eduardo VI (1553) le sucede su media hermana hija de Enrique VII con Catalina de Aragón. Y ella era católica romana a le enésima potencia. Restaura el catolicismo en Inglaterra y comienza una persecución severa contra los ministros protestantes en la iglesia anglicana. Ordena a la hoguera a más de 300 ministros incluido Thomas Cranmer. Tan violenta era María Tudor que la llamaron: María la sanguinaria o en inglés Bloody Mary. Otros ministros ingleses logran escapar y viajan a Ginebra, a Suiza y a Holanda. Y allí disfrutan no solo de paz, sino que ven con sus propios ojos lo que ellos llamaron después: el ejemplo de las mejores iglesias reformadas, bíblicas según el modelo del NT. 

            Cuando muere María la sanguinaria (1558) asume al trono de Inglaterra otra media hermana llamada Elizabeth I, la reina virgen ya que nunca se casó. Ella era protestante. Y durante su reinado la Reforma en Inglaterra regresa con paso firme. Muchos de los ministros ingleses que habían huido al continente europeo regresan a Inglaterra. Pero para su sorpresa y tristeza la Reforma en Inglaterra, según ellos la veían, se había quedado a mitad. Había muchos ministros sin educación teológica, pobre piedad en las cosas espirituales, ninguna disciplina eclesiástica y muchos residuos del catolicismo romano en la adoración y en la forma de gobierno eclesiástico. Y ellos procuraron purificar a la iglesia de Inglaterra de tales males. Por tal intento de reforma fueron llamados en forma de burla por los ministros anglicanos: puritanos.

            ¿Quiénes eran ellos? Ellos eran ministros que recibieron una de las mejores educaciones teológicas del momento. La mayoría de ellos estudiaron en Oxford y en Cambridge. Ellos eran verdaderamente pastores que se dieron la tarea no solo de enseñar la teología de la reforma según la aprendieron de los reformadores sino se dieron la tarea de estudiar cómo Dios obra en el corazón de su pueblo para santificarlos. Su meta era ayudar a cada creyente a glorificar a Dios en todas las áreas de su vida: como carpinteros, toneleros, maestros, esposos, esposas, hijos, padres, amas de casa, etc. Ellos eran grandes soñadores que deseaban ver no solo a la iglesia de Inglaterra purificada según la Palabra de Dios sino ver a una sociedad transformada por el poder de Dios a través del testimonio de cada creyente. Soñaban que cada familia fuera una pequeña iglesia en donde todos los días se leyera la Biblia, se orara, se cantaran los salmos y se catequizaran a cada miembro de la familia. Deseaban descubrir a la luz de la Biblia cuáles son las diversas artimañas que usa Satanás para desviarnos del camino de la verdad. Qué es lo que implica a profundidad el vestirnos de toda la armadura de Dios. Y cuando digo profundidad digo que el ministro puritano William Gurnall escribió un libro de sobre más de mil páginas explicando lo que significa cada una de las partes de la armadura de Dios, y cómo aplicarla para toda situación de lucha espiritual. En fin, ellos eran verdaderos médicos del alma, calvinistas robustos, sabios evangelistas, poderosos en las Escrituras y grandes en la piedad y santidad.

            No eran perfectos. A veces perdían la paciencia cuando no lograban convencer. Algunos tenían tendencias polarizantes: solo existen dos grupos: nosotros y los demás. Y no eran 100% homogéneos. La mayoría eran presbiterianos. Pero había también anglicanos puritanos, unos pocos congregacionalistas y otros más pequeños bautistas e incluso hubo un ministro puritano arminiano. Pero la mayoría eran reformados. Es de esos ministros que queremos hablarles. Algunos de sus nombres son: John Owen, Thomas Goodwin, Thomas Watson, Ezekiel Hopkins, Richard Baxter, Jeremiah Burroughs, etc. entre alrededor de 2 mil ministros.  

            Ellos fueron grandes luchadores. Y aunque no lograron la mayoría de lo que se propusieron sí cosecharon grandes logros. ¿Cuáles son algunos de ellos? Veremos.

II. ¿Qué logros cosecharon?

            Ellos nos dejaron mucha riqueza espiritual. Entre las cosas que hemos heredado de ellos podemos señalar:

1. Los estándares de Westminster. Esa es nuestra confesión de fe. Más de 100 ministros participaron de la creación de la misma. Y quienes trabajaron por espacio de 6 años durante la guerra civil inglesa. Y nos dejaron posiblemente la mejor confesión reformada jamás escrita. Y una de las mejores confesiones modernas de gran autoridad. Abrazada por presbiterianos, congregacionalistas y bautistas reformados hasta el día de hoy como un testimonio de la unidad dentro de la diversidad en el campo reformado. ¿Quién no puede quedarse anonadado con la precisión, profundidad y biblicismo de las preguntas y respuestas del Catecismo Menor diseñado para educar a los niños y a los nuevos en la fe? Por ejemplo, la pregunta y respuesta #1 ¿Cuá es el fin principal del hombre? El fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de El para siempre. Y la pregunta y respuesta #4, ¿Qué es Dios? Dios es un espíritu, infinito eterno es inmutable en su ser: poder, sabiduría, santidad, justicia, verdad y bondad. Y qué de la pregunta y respuesta #21 ¿Quién es el Redentor de los escogidos de Dios? El único Redentor de los escogidos de Dios es el Señor Jesucristo, quien siendo el Hijo eterno de Dios se hizo hombre. Y así era y sigue siendo para siempre Dios y hombre en dos naturalezas distintas y una sola persona. Y podríamos seguir multiplicando ejemplos.  

2. Libertades religiosas. Aunque la mayoría de ellos sufrieron destierros por sus convicciones cuando la iglesia de Inglaterra por causas políticas se volvió anglo-católica y arminiana, sus luchas políticas produjeron el Acta de Tolerancia de 1689. En el mismo se reconocía la libertad religiosa en Inglaterra para los diversos grupos de protestantes. Nosotros somos herederos de tales libertades a través de la Carta de Derechos americana y puertorriqueña. Pero esas libertades se adquirieron por medio de las guerras de religión.

3.  Una increíble literatura evangelística, pastoral y de vida práctica posiblemente jamás superada por ninguna generación de cristianos ni antes ni después de ellos. Sus escritos son leídos con gran avidez por muchos hoy día. Al punto que RC Sproul consideraba sus escritos como proféticos para hoy día. Paul Washer dice: Es con la más grande urgencia que motivo a los jóvenes cristianos a leer los puritanos. John Piper: los puritanos fueron las sequoias (Redwoods) teológicas y devocionales del mundo occidental. Los mejores cirujanos del alma. Kevin Deyoung: Siempre he encontrado sus escritos edificantes y profundamente espirituales. No encontrarás mejores médicos del alma.

            De los escritos de ellos y del ejemplo de sus vidas hay mucho que podemos aprender. La iglesia de Cristo se ha empobrecido muchos al no estudiar los escritos de estos Redwoods espirituales. ¿Qué nos pueden enseñar?

III. ¿Qué principios espirituales nos pueden enseñar? 

            Hay varias sendas antiguas que los puritanos ingleses nos pueden ayudar según la Palabra de Dios. ¿Cuáles son algunas de esas sendas antiguas?

1. Una visión holística de la vida cristiana.

            ¿Qué significa eso? Significa que la vida cristiana es un todo. No debemos separar ninguna área de nuestra vida del poder santificador de Dios. Yo he conocido personas que son excelentes en su trabajo. Que son excelentes en cómo manejar problemas con compañeros del trabajo y que saben cómo ganárselos con paciencia, con dulzura, etc. Pero no aplican tales principios en el hogar. Entonces son muy rudos e impacientes con la familia.

            Los ministros puritanos nos pueden ayudar a ver en la práctica lo que es una visión holística, toda integrada de la vida cristiana. Toda nuestra vida le pertenece a Dios. No hay área de nuestra vida en la cuál Dios no diga es mía porque “El la compró con la sangre de Cristo” (1 Corintios 6:20). Y debemos procurar en la vida práctica lo que Pablo nos enseña en 1 Corintios 10:31 “31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. No hay nada trivial en nuestra vida fuera del poder santificador de Dios.

2. La total suficiencia de las Escrituras.

            Los puritanos ingleses eran maestros de la Palabra de Dios. La leían, la estudiaban, la memorizaban, meditaban en ella y buscaban la dirección del Espíritu Santo por medio de ella. Si había alguna duda sobre qué hacer por ejemplo en cómo corregir a un niño rebelde, ellos iban a la Palabra de Dios a buscar dirección en la fuente misma de la sabiduría: la divina. Y por tanto sabían que el libro de Proverbios fue dado como una guía para vivir la vida del pacto según la revelación de Dios. Iban a los pasajes claves sobre la crianza de sus hijos y buscaban la dirección de Dios allí. Y se preguntaban: por qué mi hijo está tan rebelde. Efesios 6:4 nos dice: “4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. Y ellos se auto-examinaban y se preguntaban: Dios me dice que no provoque a ira a mis hijos. Es posible que yo, como padre, haya provocado a ira a mis hijos. ¿Cómo se provoca a ira a los hijos? Pablo nos dice cuando no les damos la disciplina y amonestación que Dios aprueba. Tal vez he sido muy suave o tal vez muy fuerte con ellos. O le he modelado una vida cristiana contradictoria (digo una cosa y hago otra), etc. Y este autoexamen es con miras a ver nuestras fallas para corregirlas en la dependencia y sabiduría de Cristo. Porque es en El que están escondidos “todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. (Colosenses 2:3).

3. Un sentido de la grandeza, hermosura, exaltación del gran Dios Trino y uno que adoramos.

            ¿Qué querían decir con esto? El único Dios que satisface, salva y trae verdadera paz a nuestras vidas es el Dios verdadero tal y como El se ha revelado sin domesticarlo. En la revelación completa de la Biblia allí podemos encontrar lo verdaderamente grande, hermoso, paciente, todo poderoso, cercano, incomprensible, lleno de gracia y verdad que es Jehová Dios de los ejércitos. Y los puritanos ingleses no descansaban en escudriñar las Escrituras y presentar con lujo de detalles la aseidad de Dios. El es único en su clase. Y no hay Ser más excelso y maravilloso que Dios. Qué pasaje más maravilloso que Romanos 11:33-36 “33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”. Y este otro. Salmo 34:18-20 “18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. 19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. 20 El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado”.

4. La hermosura y perfección de la Persona de Cristo y de su Obra de salvación.

            Los puritanos ingleses nos pueden ayudar a quedar cada día más enamorados del Señor Jesús. De su gloria, sus perfecciones, su hermoso amor por las almas de sus hermanos aquí en la tierra. Thomas Goodwin, ministro puritano congregacionalista dijo: “Si yo subiera a los cielos y entrara que Cristo no está allí, saldría de allí inmediatamente, porque el cielo sería el infierno para mí sin Cristo”.  

5. El sentido de ver todas las cosas desde la perspectiva de la eternidad.

            ¿Qué querían decir con esto? Querían decir que lo importante no es quien prospera aquí en la tierra sino quien prospera en los cielos. Los tesoros que debemos hacer no son los de la tierra sino los de los cielos porque allí mora Cristo. Toda decisión en nuestra vida debe ser hecha con el pensamiento cómo ésta decisión es beneficiosa para mi salvación. Ese trabajo me acerca más a Dios o me aleja de Dios. Esa pareja que se gusta de mí me acercará más a Dios porque caminará conmigo y en una misma fe y sintonía o me alejará más de Dios. Esa casa que deseo comprar será casa de Dios y puerta a los cielos en donde Dios será adorado, en donde su Palabra será céntrica, en donde los hermanos serán siempre recibidos y un lugar cerca de mi iglesia o de una iglesia bíblica la cual no es necesariamente la iglesia más cerca de mí. Y todo ese análisis y meditación las tomaban saturadas de muchas oración y a veces acompañada de ayuno.

            Para finalizar. Alguien pudiera preguntarse, pero, estudiar los escritos y las vidas de los ministros puritanos ingleses no es poner nuestra mirada en los hombres y no en Cristo solamente. Y la respuesta es solo los podemos imitar en todo y en cuanto ellos sean imitadores de Cristo. Pablo dijo en 1 Corintios 11:1 “1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. Y Pablo habla bien de los tesalonicenses porque “6 …vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,”. (1 Tesalonicenses 1:6).

            El llamado de nosotros en nuestros días de tanta confusión doctrinal, teológica y ética es detengámonos, miremos y preguntemos por las sendas antiguas. Miremos y estudiemos cómo nuestros padres espirituales entendieron y aplicaron la Palabra de Dios. Y veremos que nuestros padres espirituales: los ministros puritanos ingleses pueden ser una guía no perfecta pero rica de sabiduría espiritual que tanto la iglesia de Cristo: tú y yo necesitamos desesperadamente. Preparen sus mentes y corazones para aprender.