Lo que quizás no sepan del todo es que el producto que ofrecen reúne tantas propiedades curativas que haría palidecer de envidia al boticario de la esquina. La planta de sábila, conocida por su nombre científico de Aloe vera, ha sido usada desde el origen mismo de la humanidad hasta nuestros días trayendo salud y bienestar.
Usos medicinales
La sábila es un increíble antitóxico y antimicrobiano. Es astringente, analgésico y anticoagulante. Es un vigoroso estimulante del crecimien- to celular. La tintura o el zumo diluidos en agua a partes iguales, usa- das varias veces en forma de gárgaras de 3 a 4 minutos, actúa eficazmente contra los dolores dentales y de las encías, neuralgias, aftas, laringitis, disfonía amigdalitis, anginas, placas y cualquier afección bucal o faríngea.
Cura las heridas necrosantes, como las quemaduras, regenerando los tejidos y cicatrizándolos, restaurando a su vez la sensibilidad del área afectada.
Alivia el dolor de los golpes, esguinces, luxaciones, dolores musculares, artríticos y reumáticos, los pies cansados, cura las heridas cortantes, el herpes, la culebrilla, la tiña y las infecciones producidas por estafilococos y otras infecciones bacterianas internas como la gastroenteritis, colitis, enterocolitis, vaginitis, cervicitis, escorbuto, cólera, disentería, blenorragias, sífilis y otras enfermedades venéreas.
Cura las pequeñas heridas de las enfermedades eruptivas de los niños como el sarampión, la varicela, la escarlatina, etc. Ya que sus propiedades antiinflamatorias reducen la picazón y evita que los chicos se rasquen las ampollas. Con el aloe vera pueden tratarse las verrugas, los sabañones, el eczema, la psoriasis, la dermatitis seborraica, la erisipela, el pie de atleta, los callos y la "picazón de jockey", que es una infección por hongos en la parte interna superior de los muslos, las picaduras de insectos, arañas, escorpiones, serpientes, medusas y las plantas venenosas. Cicatriza la herida del ombligo del bebé y la circuncisión. Quita el dolor del crecimiento de los dientes.
Reduce los efectos de las alergias, indigestión, acidez estomacal, gastritis, úlceras duodenales y estomacales, úlceras oculares, hemorroides, afecciones del aparto digestivo, descongestionando el estómago, el intestino delgado, el hígado, los riñones y el páncreas.
Es un gran antiviral debido al polisacárido glucomannan. Sirve contra la gripe, la hepatitis, le neumonía vírica y la meningitis vírica. Contiene sustancias derivadas del polimannactato, que refuerzan el sistema inmunológico y el caso del SIDA evita que el virus se extienda por el organismo, ayudando a los enfermos a recuperar la vitalidad y los niveles energéticos normales.
Equilibra la tensión arterial y evita las disritmias cardiacas disminuyendo el riesgo de infarto. Es bueno contra la gota, las jaquecas y migrañas, la halitosis, el insomnio, en las dietas de adelgazamiento proporciona vitaminas y minerales sin aportar calorías ni azúcares y regula las menstruaciones. Elimina los parásitos intestinales. Tonifica el organismo y abre el apetito. Mitiga la osteoporosis y es antidiabético.
Calma el dolor de las várices y las mejora. Elimina totalmente el cáncer de piel aplicando jugo de aloe de dos a cuatro veces al día todo el tiempo que sea necesario, siendo imprescindible ser constante. Las cándidas, tricomas y demás infecciones o irritaciones vaginales desaparecen con aloe. Unas gotas de jugo de la pulpa en los oídos doloridos calma inmediatamente el padecimiento. Cuando los ojos están cansados o enrojecidos, se relajan de inmediato con unas gotas de aloe, además mejora las cataratas y otras enfermedades de los ojos.