2 Timoteo 3:16-17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
El domingo pasado predicamos que la regla que Dios nos ha dado lo es su Santa Palabra. Ella es la regla que Dios nos ha dado para dirigirnos sobre cómo podemos glorificarle y disfrutar de El para siempre. Señalamos que la Palabra de Dios contenida en las Escrituras del AT y NT es la Palabra de Dios y por tanto tienen su origen en Dios. Dios es en última instancia el autor de las Escrituras. Las Escrituras son inspiradas por Dios. Mencionamos que Dios se ha revelado y que fue Dios quien puso sus propias palabras en la boca de sus profetas. También que ordenó que sus palabras fuesen dejadas por escrito. Dios ordenó que se escribiesen sus palabras siendo El el primero en hacerlo al El mismo escribir los 10 mandamientos.
Por tanto, la Biblia por ser la Palabra de Dios, la misma Voz de Dios es nuestra única regla de lo que debemos creer: nuestra teología y de cómo debemos vivir. La Palabra de Dios va por encima de la opinión popular, la opinión de los sicólogos, sobre mi propia opinión, etc. Va por encima de todo y prevalece sobre todo lo que es contrario a la Biblia.
Hoy vamos a continuar nuestro estudio de la segunda pregunta del catecismo Menor de Westminster y el pasaje que tenemos como base. La segunda pregunta y respuesta del catecismo Menor es: ¿Qué regla ha dado Dios para enseñarnos cómo hemos de glorificarle y gozar de El? La Palabra de Dios contenida en las Escrituras del Antiguo y Nuevo testamento es la única regla que Dios ha dado para enseñarnos cómo hemos de gloricarle y gozar de El.
Pablo, luego de señalarle a Timoteo, el recipiente de esta carta, que Toda la Escritura es inspirada por Dios, le dice a él y a nosotros que ella es útil. Útil para qué: para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia. Con miras a qué: a fin de que el hombre de Dios [es decir, en primer lugar, el ministro] sea perfecto [completo], enteramente preparado para toda buena obra.
Fíjate bien lo que Pablo nos dice: las Escrituras por el hecho de que son inspiradas por Dios son útiles. Su utilidad se basa en el hecho de que han sido dadas por inspiración. Es porque son inspiradas que son útiles. ¿Qué quiere decir el apóstol con que ella es útil? La palabra útil en el griego significa: útil, beneficiosa y ventajosa. Es decir, sirve para el propósito para el cual ha sido dada. Lo primero que nos dice Pablo es que la Escritura es útil para enseñar. Tú Timoteo el cual eres un pastor joven tienes que utilizar las escrituras del AT y NT para enseñar en la iglesia. Vas a usar las Escrituras porque, por ser inspiradas, ellas son útiles para enseñar. Solamente las Escrituras vas a utilizar para enseñar en la iglesia. Y por tanto sólo las Escrituras es lo que debemos usar para aprender la mente de Dios. ¿Qué instrumento vas a utilizar para enseñar en la iglesia? Sólo la Palabra de Dios. Lo que ha sido dado por escrito como Palabra de Dios porque sólo ellas son inspiradas por Dios mismo.
De esto hermanos podemos ver que las Escrituras son necesarias. Son necesarias, no para Dios, quien es omnipotente y no hay nada difícil para El. Son necesarias para nosotros, su pueblo. Pero, ¿Por qué son necesarias? Por varias razones:
1. Por causa de la debilidad de la mente humana. Somos prestos a olvidar las cosas. Nuestra mente no tiene la capacidad de retener, en la conciencia, toda la información que viene a nuestras mentes.
2. Por causa del pecado que todavía hay en nuestros corazones. Somos prestos a tergiversar lo que se nos dice. Que Dios dijo eso, Ja, no lo creo. Estás seguro. No será que lo malentendiste.
3. Por la malicia de Satanás. Satanás y sus secuaces odian la verdad. Procuran oponerse a la misma en todo momento. El se viste como ángel de luz para confundirnos. De aquí que el tener la Palabra de Dios por escrito nos da una mayor seguridad para estudiar la mente de Dios.
4. Para el mayor consuelo de la iglesia. Al tener la Palabra de Dios al alcance de su mano Dios hace que su Palabra more más claramente entre nosotros. Allí podemos consultar la mente de Dios una y otra vez y otra vez. Y deleitarnos una y otra vez en sus promesas, y buscar guía para nuestras vidas en todo momento.
Por tanto, Timoteo, las Escrituras son necesarias para que puedas cumplir fielmente tu vocación como pastor. ¿Qué vas a enseñar? Únicamente la Palabra de Dios. Es por eso que las Escrituras del AT y NT son la única regla de fe y conducta. Timoteo vas a utilizar únicamente la Biblia para enseñar en la iglesia. Ella es tu única regla de fe.
De esto podemos señalar el porqué las iglesias protestantes rechazamos los libros apócrifos o deuterocanónicos de la iglesia católica. ¿Por qué no los utilizamos en la iglesia? Porque no son inspirados por Dios y por tanto no son útiles para establecer la verdad. Son útiles como lo son cualquier libro de historia que utilizamos. Tienen valor histórico. Pero no tiene utilizad en la iglesia para ser nuestra regla de fe y conducta por no ser inspirados. Pero, ¿Cómo sabemos esto? La iglesia protestante y la iglesia judía rechazan los libros deuterocanónicos de la iglesia católica por no ser de inspiración divina por lo siguiente:
1. Aparecieron cuando se reconoce que no había voz profética entre el pueblo de Dios. Entre Malaquías y Juan el Bautista hubo un período de silencio profético. Dios no levantó ningún profeta entre el pueblo de Dios. Por tanto, esos libros no gozan del sello de la inspiración.
2. El pueblo judío a quienes Dios les llamó a ser protectores de las Escrituras del AT no los reconocen como Palabra de Dios. El AT que usan los judíos es el mismo que nosotros usamos.
3. Dios reveló su palabra en el AT en la lengua hebrea y estos libros deuterocanónicos fueron escritos en griego.
4. La iglesia católica los reconoció oficialmente como inspirados en el siglo 16 en la controversia contra los protestantes. Entre otros argumentos.
La Biblia es la única regla de fe y conducta. Pero, ¿Qué significa que la Biblia es la única regla de fe y conducta? Significa que sólo lo que se enseña la Biblia y podemos probar que lo enseña la Biblia es lo que debemos creer y obedecer. ¿Tú crees que Cristo es Dios? Sí. ¿Y por qué? Porque así lo enseña la Biblia y ella es mi única regla de fe. ¿Tú crees que solamente la sangre derramada de Jesucristo te puede salvar? Sí. ¿Por qué? Por que así lo enseña la Biblia. ¿Tú crees que todos los seres humanos en este mundo son pecadores y merecen el infierno? Sí, porque la Biblia lo enseña así. ¿Y crees que el único Salvador y Redentor de la humanidad lo es únicamente Jesucristo? Lo creo con todas las fuerzas de mi corazón porque Dios, quien no miente, así lo enseña en las Escrituras. ¿Y crees que podemos ser salvos por nuestras buenas obras, nuestras buenas acciones? Claro que no. La Biblia no enseña eso. Si deseas que crea en algo pruébamelo por las sagradas Escrituras.
De esto se desprende hermanos que, si la Biblia es la única regla de fe, tenemos que concluir qué no hay más revelaciones. Dios se ha revelado y nos ha dejado en la Biblia todo lo que necesitamos saber para la gloria de Dios, para nuestra salvación, nuestra vida y nuestra fe. No hay más profetas, no hay más apóstoles, no hay más revelaciones. La revelación especial ha cesado.
Para nuestra tristeza muchos grupos cristianos creen que todavía hay revelaciones nuevas. Creen que todavía Dios habla por nuevos profetas, por sueños, es decir, por nuevas revelaciones que no están contenidas en las Escrituras del AT y NT. Para tristeza nuestra tenemos que decir que eso no es correcto. Hermanos lo decimos con respeto de sus personas. No estamos diciendo que no son cristianos. Sólo Dios conoce los suyos. Solamente decimos que esa posición que dice que todavía hay nuevas revelaciones no es bíblica. ¿Por qué nosotros no hablamos en lenguas ni decimos que hay profetas y que Dios me lo reveló? Por que la Biblia nos enseña que sólo las Escrituras del AT y NT son inspiradas por Dios y útiles, y por tanto los medios por lo cuales Dios reveló su voluntad han cesado. Yo espero que todos me hagan la pregunta que espero. ¿Puedes probar por la Biblia que lo que dices es bíblico? Claro que sí. Veamos.
1. Hebreos 1:1-2 “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo.” El escritor de Hebreos distingue la manera en cómo Dios se reveló a su pueblo en el AT. En el AT Dios se reveló, es decir, habló muchas veces. No habló una sola vez sino que habló muchas veces a su pueblo. Pero también habló de muchas maneras: a través de profetas, sueños, visiones, las piedras del Urim y Tumim; a quiénes, a los padres [iglesia] por los profetas. Pero, mira el contraste, en estos postreros días [los días del NT] Dios nos ha hablado por su Hijo. Ya Dios no nos iba a hablar muchas veces ni de muchas maneras. En los días del NT Dios nos ha hablado por su Hijo. El tiempo del verbo “nos ha hablado” es importante. Se encuentra en tiempo aoristo. Y esto denota que la acción se ha alcanzado. La revelación ha llegado a un punto histórico. Se ha logrado lo que Dios se proponía. ¿Qué era? Darnos una revelación final y definitiva por medio de Jesús. Es decir, Cristo Jesús es la revelación final de Dios. Para eso él vino, para revelar a Dios y darnos a conocer su voluntad. Esa era la esperanza del pueblo, que cuando el Mesías viniera él nos enseñaría todas las cosas. Juan 4:25 “Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.” V.26: “Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.” Es decir, Yo soy el Cristo y vine a declarar todas las cosas, toda la revelación de Dios, todo el mensaje de salvación. Jesús es la revelación final de Dios.
2. Juan 17:4, 8 “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. V.8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.” Juan 15:15b “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.”
3. Apocalipsis 22:18 “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.” El Apocalipsis es tanto Palabra de Dios como los evangelios y las cartas de Pablo. Por tanto, la prohibición de añadir a las palabras de este último libro de la Biblia nos enseña que la revelación de Dios ha cesado.
Cuando buscamos palabra de Dios fuera de la Biblia negamos que la Biblia sea nuestra única regla de fe y conducta. Proclamamos que ella no es suficiente, que no es completa, que no es suficiente para dirigir nuestras vidas. Pero tal no es el mensaje de Pablo en este pasaje. Pablo le dice a Timoteo que la Escritura es suficiente para prepararte, para equiparte para toda buena obra, no para algunas cosas, sino para toda buena obra. Para buscar una esposa, la Biblia es nuestra única guía: que sea creyente, que busque resolver los problemas bíblicamente, que siga el orden bíblico, etc. Para dirigirnos a buscar un trabajo, la Biblia es nuestra guía: que sea lícito, que sea un medio para proveer para los míos, que no afecte la asistencia a la iglesia, etc. Pero cuando buscamos “profetas” que nos digan con quien me debo casar buscamos un conocimiento de Dios fuera de la Biblia y ese “conocimiento” se convierte en nuestra regla de fe y conducta. Y por tanto rechazamos la Biblia como nuestra única regla. Pablo nos dice que toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para capacitarnos para toda buena obra. Ella es completa no le falta nada.
Esto implica en último lugar que la Biblia es perspicua, es decir, ella es clara. Si Dios ha revelado su palabra El desea que la entendamos. Por tanto, si ella es nuestra guía es porque puede ser entendida, ella es clara, ella es perspicua. Aclaro, ella es clara en todo lo que debemos creer y obedecer para nuestra salvación. Todos los que se dediquen a leer con seriedad la Biblia sabrán lo que es necesario creer y obedecer para la salvación. Hay cosas difíciles en la Biblia, no lo negamos, pero lo que es necesario saber para la salvación es dado con claridad en las Santas Escrituras. La Biblia no es un libro oscuro, es un libro claro. Salmo 109:105, 130 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. V.130 La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.”
Ella es útil para enseñar y para reargüir, significa reprender. Ella reprende nuestro pecado. Nos muestra en qué cosas no andamos bien. Debemos utilizar la Biblia como nuestro espejo a través del cual veamos si estamos bien vestidos de las cosas de Dios.
Ella es útil para corregir, o mejorar. No solamente la Biblia nos dice en que estamos mal, sino que también nos enseña que debemos hacer para mejorar. Nos señala lo negativo y nos muestra lo positivo.
Ella es útil para entrenar o disciplinar en la justicia. Ella no solo nos muestra el camino correcto para servir a Dios sino también para servir a los hombres. La Palabra de Dios es una guía completa. Te capacita para toda buena obra. Ella es la regla del buen vivir.
Aplicaciones:
1. Ya que la Biblia es nuestra única regla de fe y conducta es tu deber obedecer la misma. Es Dios quien habla a través de la Biblia y desobedecer sus mandamientos es desobedecer a Dios. Yo he escuchado a personas que dicen no importa lo que dice la Biblia yo no voy a hacer eso. Que la Biblia dice que no debes mentir. Pues no, hay que mentir a veces. Que el domingo es el día del Señor el día en que debe estar en la iglesia y no faltar. Pues no, hay que faltar. Que el hombre es la cabeza de la esposa, Ja, eso era en los tiempos del pasado, papito estamos en el siglo 21. Pero, el mandato es para todos los tiempos. Los tiempos cambian, pero no su Palabra.
Cuando pensamos así rechazamos, no la voz mía, sino la voz misma de Dios. Nos hacemos nosotros mismos la regla de fe y obediencia en nuestras vidas. Nos hacemos nuestros propios señores. Nos hacemos nuestros propios amos. Entonces hacemos lo que Dios nos prohíbe que hagamos quietarles a las Palabras de Dios. Deuteronomio 4:2 “No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordene.” Cuando no obedecemos le quitamos a la Palabra de Dios.
2. Aunque la Biblia es perspicua, clara, hay cosas difíciles de entender. Es por eso que Dios instituyó el oficio de ministro en la iglesia. Los pastores han sido llamados por Cristo mismo para ser los maestros oficiales de la iglesia. Ellos reciben el entrenamiento para capacitarles a ser intérpretes de las Escrituras. Es por eso hermanos que debemos asistir a la iglesia sin fallar. Es aquí donde recibirás el pan que alimentará tu vida. Es por eso que debes orar por los maestros de la iglesia para que Dios les ayude a entender correctamente la Biblia y así puedan enseñarla fielmente.
3. No olvidemos que el último intérprete de la Biblia lo es la Biblia misma. Si no entendemos algo debemos comparar un pasaje oscuro con un pasaje claro. La Biblia se interpreta así misma.
4. La Biblia es el Juez Supremo. Toda doctrina, toda enseñanza debe ser examinada a la luz de las Escrituras. Cuando no hacemos esto le añadimos a la Palabra de Dios. Dios nos prohíbe esto. No aceptes ninguna persona como maestro que no procure probar por las Escrituras su enseñanza. Pero para ello debes tú conocer la Biblia para poder examinar. Estudia la Biblia diariamente. No seas como aquellos que proclaman ser cristianos y no la leen. Sé un fiel estudiante de Cristo porque para eso somos sus discípulos para ser enseñados por El.