La Consejería Noutética no es Nueva
Aunque el nombre es nuevo, la clase de consejería realizada por los consejeros noutéticos no lo es. Desde los tiempos bíblicos hasta el presente el pueblo de Dios ha venido aconsejando noutéticamente. La palabra misma es bíblica. Viene del nombre griego nouthesia ( verbo: noutheteo). La palabra, usada en el Nuevo Testamento principalmente por el apóstol Pablo, está traducida como “amonestar, corregir o instruir”. Este término, que probablemente describe mejor lo que es la Consejería Bíblica, se registra en pasajes como Romanos 15:14: “Yo mismo estoy también convencido de que vosotros estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento y capaces también de amonestaros los unos a los otros.” En este pasaje, el apóstol estaba animando a los miembros de la iglesia de Roma a hacer consejería mutua informal, algo que todo cristiano hoy día debe aprender, de igual forma. Por otra parte, los líderes de la congregación son aconsejados noutéticamente en una manera formal como parte de su ministerio: “ Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan.” – 1 Tesalonicenses 5:12
La Consejería Noutética Abarca Tres Ideas
Debido a que el término en el Nuevo Testamento es más amplio que la palabra es español “consejo”, y debido a que no tiene el mismo peso que se le ha conferido a este último, nosotros hemos simplemente importado el término bíblico al español. De esta forma, toda la fuerza bíblica de concepto de consejería puede ser establecido mientras evitamos las muchas contradicciones que rodean la palabra en nuestro idioma. Las tres ideas que se encuentran en la palabra nouthesia son confrontación, preocupación y cambio. Para ponerlo sencillo, la consejería Noutética consiste en la confrontación amorosa de las personas, proveniente de una profunda preocupación, con el propósito de ayudarlos a hacer aquellos cambios que Dios requiere.
Por confrontación queremos decir que un cristiano personalmente le da consejo a otros usando las Escrituras. Él no los confronta con sus propias ideas o las ideas de otros. Él limita su consejo estrictamente a aquello que encuentra en la Biblia, creyendo que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” –2 Timoteo 3:16-17 Los consejeros noutéticos creen que todo lo que necesitan para ayudar a otra persona a amar a Dios y a su prójimo como él debe, como el versículo lo indica, puede ser encontrado en la Biblia.
Por preocupación queremos significar que la consejería siempre debe ser hecha para el beneficio del aconsejado. EL apóstol Pablo
Por cambio queremos dar a entender que la consejería es hecha debido hay algo en la vida de otro cristiano que no se ajusta a los requisitos bíblicos y que, por tanto le priva de honrar a Dios. Toda consejería, bíblica o la que sea, procura el cambio. Sólo el consejero bíblico sabe lo que el aconsejado será como resultado de la consejería: él se parecerá más a Cristo. Él es el Estándar. La consejería bíblica es realizada por cristianos quienes están convencidos de que Dios puede hacer los cambios que son necesarios mientras su Palabra es ministrada en el poder del Espíritu. Es su esperanza ayudar a toda iglesia interesad a desarrollar un programa de consejería que sea una bendición para todos los miembros de la congregación. La importancia de esta consejería in las iglesias está encerrada en las palabras de Pablo en la que él describe su ministerio en Efesios: “Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno” –Hechos 20:31. La regularidad y naturaleza intensa del consejo de Pablo durante sus tres años de ministerio en Efesios es enfatizada por estas palabras.
Si Pablo encontró necesario aconsejar noutéticamente por todo este tiempo, como él dice, seguramente nuestras iglesias lo necesitan, también.