Salmo 107:43 “¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Jehová?”
Cuando María, la madre de Jesús, recibió a los pastores quienes le contaron la visión celestial que habían tenido, y viendo todo lo que estaba aconteciendo alrededor de ella, nos dice Lucas cuál fue su reacción, en Lucas 2:19 “Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.” Lo mismo había hecho Jacob cuando escuchó el sueño de José de que “el sol y la luna y once estrellas se inclinaban [hacia él]”. Y la reacción de Jacob fue según nos enseña Génesis 37:11 “Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.” Y el predicador en Eclesiastés 7:13 nos dice: “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.” La palabra considera es “רָאָה rā’āh”, que significa mira, es decir mira para que aprendas. Mira lo que está sucediendo para que aprendas.
Es eso mismo lo que el versículo 43 del salmo 107 nos quiere enseñar. Es un llamado a meditar en la Providencia divina. Hermanos, nada de lo que sucede en este mundo está fuera del control de Dios. Nada se mueve en este universo sin el permiso de Dios. El gobierna los cielos y la tierra. Nada sucede por el azar. Por eso el salmista nos llama a meditar en lo que Dios hace en este mundo. Saca tiempo para que medites, pienses, veas lo que Dios ha hecho y está haciendo en medio de nosotros: en el país, en nuestras vidas, en las vidas de los demás, en la vida de la iglesia. Ese es el llamado. “¿Quién es sabio y guardará estas cosas?”
Ahora bien, se levanta una pregunta. ¿Cómo yo lo hago? Y el salmista nos dice: mira lo que Dios hace en este mundo. Y nos da cuatro ejemplos:
1. Versículos 4-9. Hay algunos que se perdieron en el desierto. No encontraban el camino hacia una ciudad para refugio. En su desesperación clamaron a Dios. ¿Y qué Dios hizo? V. 6-7 “Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, Para que viniesen a ciudad habitable.”
2. Versículos 10-16. Hay algunos que han sido llevados presos. Fueron llevados cautivos como castigo por no obedecer a Dios. Y no había quién los ayudase. Pero clamaron a Dios. ¿Y qué Dios hizo? V. 13-14 “Luego que clamaron a Jehová en su angustia, Los libró de sus aflicciones; Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones.”
3. Versículos 17-22. Hay algunos insensatos, pecadores, rebeldes que no quieren aprender por amor al pecado. Y por causa de su pecado están terriblemente enfermos. Enfermos de muerte. Aun ellos clamaron a Dios. ¿Y qué hizo Dios? V. 19-20 “Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina.” Y la misma palabra que menospreciaron fue el medio para sanarlos.
4. Versículos 23-32. Hay algunos que son comerciantes y mercaderes. Y en medio de su viaje por mar Dios levanta una tormenta. V. 25 “Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, Que encrespa sus ondas.” En medio de la tormenta están desesperados. Nada de lo que estudiaron en la escuela de navegación les sirve para nada. V. 27 “Y toda su ciencia es inútil.” Y en medio de ello, clamaron a Dios. ¿Y qué hizo Dios? V. 28-29 “Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas.”
Así que hermanos, mira lo que Dios hace en este mundo. Dios ejecuta juicio en este mundo. Pero también derrama su misericordia, no solo sobre sus hijos, sino también sobre aquellos que no son sus hijos. Y nada bueno merece. Pero Dios es bueno y por tanto merece ser alabado. V. 31 “Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.” Iglesia de Cristo mira lo que Dios hace en este mundo. Medita en ello. Mira en estas cosas su severidad, pero también mira su compasión. Y si Dios tiene compasión sobre los hijos de los hombres, cuanto más tendrá compasión sobre ti que eres su hijo, e hija. Su amor para con nosotros es amor eterno. Medita en ello y adora a Dios. V.1 “Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.”
Ahora bien, ¿qué beneficio obtengo al meditar en la providencia divina? El versículo 43 nos menciona por lo menos dos:
1. Serás sabio. Fíjate cómo comienza el versículo “¿Quién es sabio?” La idea es que son pocas las personas que meditan en la Providencia divina. Son pocos los que meditan en lo que Dios hace en este mundo. Y por tanto jamás serán sabios. Porque, ¿quién es el sabio? Es el que ve a Dios detrás de todas las cosas. Que busca vivir por la sabiduría divina y no su “sabiduría”. Para El Jesús es su sabiduría. Es uno que aprende. Como dice Proverbios 13:1 “El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.” Es uno que acepta corrección, Proverbios 9:8 “No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.” Es uno que habla con propiedad, Proverbios 15:2 “La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.”
Hermanos, cuando meditamos en lo que Dios ha hecho y está haciendo en el mundo, y guiados por la Palabra de Dios, aprendemos por experiencia propia cómo debemos vivir. Nos ayuda a madurar. Creemos en la fe. Crecemos en la paciencia. Seremos sabios. Nos ayudará a no cometer los mismos errores. A esperar en Dios. A confiar en Él.
2. A entender las misericordias de Jehová. Solo el creyente puede entender esto. Ya que solo en ellos Cristo Jesús, en virtud de su obra salvadora, abre su entendimiento para que comprendan la voluntad de Dios. Lucas 24:45 “Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;” ¿Y qué cosas podemos entender de sus misericordias?
a. que Dios nunca está ocioso. Juan 5:17 “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.” Hermanos, Dios está obrando en medio nuestro. El nunca descansa. El actúa para nuestro bien.
b. que su cuidado sobre nosotros es especial. Salmo 33:18-19 “He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre.” Tan especial es que El cuida nuestros huesos. Salmo 34:19-20 “Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.” Nuestras lágrimas las colecciona en una botella y las pone en su libro de memorias. Salmo 56:8 “Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?” Dios está pendiente de todo lo que acontece en nuestra vida, aun de aquellas cosas pequeñas como nuestro cabello. Mateo 10:30 “Pues aun vuestros cabellos están todos contados.”
¿Por qué ese amor tan especial por nosotros solamente? Porque Jesús con su muerte y resurrección nos hizo aceptos ante Dios. Efesios 1:6 “para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,” Hebreos 10:19 “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,”. Salmo 107:1 “Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.”