Aprendiendo a Entender y Amar los Salmos
I. Introducción
1. ¿Por qué estudiar los salmos?
a. Porque ellos son la Palabra de Dios
b. Por la hermosura de su contenido. Salmo 23: Jehová es mi pastor: nada me faltará. Salmo 103:2-5 Tu me has bendecido sobre manera. Salmo 58:6 En tu redoma están mis lágrimas.
c. Porque ellos están llenos de Cristo. Vemos en de cerca el corazón de Cristo. Los evangelios nos revelan sus palabras y hechos; los salmos nos revelan su corazón. Salmo 22:1 su angustia.
d. Porque son una pequeña Biblia.
e. Hay salmos para toda ocasión.
f. Nos podemos identificar con ellos por lo realistas que son. Cada emoción humana que experimentamos están presentes en los salmos: amor, tristeza, frustración, angustia, indignación, celo, envidia, sed de justicia y vindicación, etc. Juan Calvino lo llama: “La anatomía de todas las partes del alma.”
2. Veamos brevemente el salmo 1. Este salmo fue puesto al principio como una puerta de entrada a este libro sapiensal de adoración. Y el propósito es poner delante de nosotros los dos caminos que hay en el mundo: el camino del justo y el camino del impío. Ambos caminos se definen por su relación a la ley de Dios. El justo metita en ella todos los días de día y de noche y es su deleite estudiarla. Ella dirige sus pasos que lo lleva a apartarse del camino de los pecadores. Y todo lo que hace prosperará. No así el camino de los malos. Ellos no meditan el ley de Dios. Ellos se juntan y consienten estar en el camino de los pecadores. Por tanto su destino es juicio y condenación. Dios conoce ambos caminos y aprueba el camino de los justos y desaprueba el camino de los impíos. ¿Cuál es el propósito? Que escojamos el camino del justo. Ese es el camino que Dios aprueba y bendice.
II. La Estructura de los Salmos
1. A simple vista uno pudiera pensar que los salmos son una colección sin sentido de cánticos y oraciones. Cuando digo sin sentido me refiero que es una colección que fue recopilada sin una estructura como tal. A veces se nos hace difícil ver que esto sea así. En nuestro estudio veremos que los salmos tienen una forma, una estructura. Claro está, los eruditos han descubierto una estructura, aunque todavía no entienden muchos de los detalles de la misma.
2. Elementos estructurales:
a. Dividida en 5 libros:
(1) Lo más básico es señalar que el salterio está divido en 5 libros. Libro 1 (1-41). Libro 2 (42-72). Libro 3 (73-89). Libro 4 (90-106). Libro 5 (107-150). ¿Por qué? No sabemos a ciencia cierta. Algunos piensan que fueron divididos según los primeros 5 libros de la Biblia: el Pentateuco, llamado en hebreo “La Torah” (instrucción). No necesariamente ese es el criterio de división. No cabe la menor duda que debemos ver estos poemas como Torah, instrucción acerca del camino de la fe y la vida.
(2) Todos los finalizan con una doxología (adoración).
(a) Libro 1: Salmo 41:13 “Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, Por los siglos de los siglos. Amén y Amén.”
(b) Libro 2: Salmo 72:18-19 “Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas. 19 Bendito su nombre glorioso para siempre, Y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén.”
(c) Libro 3: Salmo 89:52 “Bendito sea Jehová para siempre. Amén, y Amén.”
(d) Libro 4: Salmo 106:48 “Bendito Jehová Dios de Israel,
Desde la eternidad y hasta la eternidad; Y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya.”
(e) Libro 5: Este termina con 5 salmos de Aleluya (Sal. 146-150) los cuales llevan al clímax las 4 doxologías de los primeros salmos.
b. Se agrupan con relación a ciertas personas:
(1) Hay salmos agrupados con referencia a David. Más del 50% de los salmos son atribuidos a David. Y hay colección de salmos agrupados bajo la persona de David. Libro 1: Salmos 3-41. Libro 2: Salmos 51-71. Libro 4: Salmos 108-110. Libro 5: Salmos 138-145. Hay otros salmos de David fuera de esa colección.
(2) Hay salmos agrupados con referencia a los hijos de Coré. Salmos 42-49; 84-44.
c. Hay Salmos acrósticos. Estos son salmos son compuestos según las letras del alfabeto hebreo. Cada verso comienza con una letra distinta del alfabeto en orden descendente. Salmos 9/10; 25; 34; 37; 111; 112; 119; 145.
d. Hay salmos llamados: Cántico gradual (asenso). Salmos 120-134. Son salmos adecuados para ser cantados por los peregrinos que ascienden a Jerusalén o regresando del exilio nacional. Es de ascenso porque siempre que alguien va a Jerusalén es descrito como un ascender: sea esto de sur a norte o de norte a sur.
e. Hay salmos penitenciales dispersos y reunidos como grupo. Salmos 6, 25, 32, 38-41, 51, 65, 78, 85, 103, 106, 130.
f. Los Salmos Aleluya. Hay varios grupos.
(1) Libro 4 finaliza con 3 salmos Aleluya: Salmos 104-106. Los Salmos 104-105 finalizan con Aleluya. Mientras que el Salmo 106 comienza y finaliza con Aleluya.
(2) Salmos 111-117. Esta sección es conocida como el Halel de Egipto porque hacen referencia a la salida de Israel de Egipto.
(3) Salmos 146-150. Comienzan y finalizan con Aleluya. Dan un final adecuado a este libro de cánticos.
3. ¿Cuál es el propósito de esta estructura? No se sabe. Solo podemos decir que Dios por medio de un cuidado excepcional y soberano guio a éste o estos editores/ recopiladores para dejarnos una hermosa colección variada de salmos para nuestra edificación. Conocer la estructura de los salmos es fundamental para poder entenderlos.
III. Los Temas Recurrentes en los Salmos
1. El propósito de este estudio es el ayudarnos a entender y así amar los salmos. Para poder hacerlo con entendimiento es requisito tener presente unas guías. A esto nos hemos dedicado desde la sección pasada. Hoy vamos a ver que hay una serie de temas recurrentes en los salmos. Y el tener presente los mismos no facilita en la comprensión de esta porción de la Palabra de Dios para nuestras vidas.
2. Vemos que hay temas relacionados con las grandes verdades acerca de Dios y de su cuidado sobre su pueblo. Verdades objetivas acerca de Dios y la respuesta subjetiva del pueblo ante tal revelación.
3. ¿Cuál es el tema que domina los Salmos?
a. Juan Calvino en sus comentarios sobre los salmos señaló que el gran tema de los salmos lo es la providencia de Dios, específicamente la preservación de su pueblo. Expandiendo sobre esto podemos decir que el gran tema que predomina en el salterio es: la bondad de Dios y su amor permanente por el justo. Su bondad es en acorde con su santidad. Y esta bondad nunca deja de ser, nunca falla.
Los salmos celebran esta bondad y amor de Dos y presentan que la respuesta común del pueblo de Dios ante ella es la de alabanza. Esto lo vemos en el salmo 25.
V. 8 “Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.”
V. 10 “Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.”
¿Y cuál es la respuesta del pueblo?
V. 1-2a “A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío”.
V. 3 “Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido”.
Dentro de este tema abarcador hay tres temas subordinados:
(1) La pecaminosidad del justo. Los justos no son perfectos y pecan. Pero sus pecados son perdonados en base al sacrificio sustitutivo que Dios provee en Cristo. Y ¿cuál es la reacción del pueblo de Dios ante esta situación en sus vidas? Ellos confiesan sus pecados y se lamentan por ellos. Veamos nuevamente el salmo 25.
V. 7 “De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.”
V. 11 “Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado, que es grande.”
V. 18 “Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados.”
(2) El misterio de la providencia divina. Dios siempre es bueno y nos cuida. Pero hay momentos en que no parece cierto. Uno de esos misterios es el hecho de que el impío prospera. ¿Cómo es esto posible si Dios es santo y en control de todo? El salterio reconoce esa verdad y la confusión que esto trae al justo. ¿Cuál es la respuesta? Envidia y oración de liberación. Veamos el salmo 25.
V. 19 “Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.”
Y no solo eso. El otro misterio es el hecho de que el justo sufre. Nos enfermamos, tenemos problemas económicos, somos perseguidos, etc. Y ¿cuál es la respuesta del creyente en los salmos? La respuesta es una de queja y oración.
Salmo 25:16-17 “Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido. 17 Las angustias de mi corazón se han aumentado; Sácame de mis congojas.”
(3) Confianza en Dios y en el futuro en medio del sufrimiento presente. Esta confianza en Dios y en futuro es sostenida al meditar sobre las grandes obras de Dios y su fidelidad en el pesado. El recordar la historia pasada es fundamental en este salmo. Veamos nuevamente el salmo 25.
V. 3 “Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.”
V. 15 “Mis ojos están siempre hacia Jehová, Porque él sacará mis pies de la red.”
V. 20 “Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié.” LBLA: “porque en ti me refugio.”
4. Aparte de esos temas que hemos mencionado tenemos que decir que todos los demás que son parte de la revelación de Dios en un mundo caído están presentes en el Salterio. Es más, todos los temas que son fundamentales en la lectura de Génesis están presentes.
a. Tema de la creación
(1) Todos los temas que podemos ver en los primeros capítulos de Génesis están presentes. En especial los principios de las ordenanzas de la creación: trabajo, matrimonio y procreación, el día de reposo.
(2) Creación: Salmo 104:5 “El fundó la tierra sobre sus cimientos; No será jamás removida.” Y los demás versos de este salmo. Salmo 95:4-5 “Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. 5 Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca.”
(3) Trabajo: Salmo 8:3-8 “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? 5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. 6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 7 Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, 8 Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar.”
(4) Matrimonio y procreación. Salmo 127:3-5 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.”
(5) Reposo. Salmo 95:6 “Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.” El día de reposo no es para descansar físicamente aunque lo incluye. Es un día para dedicarlo al Señor en adoración. Todo el salterio está designado para proveer un marco de referencia al pueblo de Dios para enseñarnos cómo acercarnos a Dios en adoración cualesquiera que sean nuestras circunstancias externas.
(6) El Inicio del pacto de gracia. El pacto de gracia o plan de salvación está presente en el salterio. Un aspecto importante es la necesaria enemistad entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente. En el proceso de redención esta lucha es necesaria. Por eso vemos la constante lucha de los enemigos de Dios luchando contra el pueblo del Señor. Salmo 58:3-4 “Se apartaron los impíos desde la matriz; Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron. 4 Veneno tienen como veneno de serpiente; Son como el áspid sordo que cierra su oído,” Salmo 7:1 “Jehová Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,” Pero hay consuelo al saber cuál es el destino de los malvados. Salmo 73:27 “Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.”
(7) El Pacto de Noé, el pacto con Abraham, el pacto mosaico, la ley de Dios.
IV. ¿Quién habla en los Salmos?
1. Uno de los retos al interpretar los salmos es la de discernir quién es el que está hablando. Por ejemplo: en uno de los salmos se habla en tercera persona singular [él], Salmo 1:1 “Bienaventurado el varón”. Otro, en primera persona singular [yo], Salmo 4:1 “Respóndeme cuando clamo”. Otro en primera persona plural [nosotros], Salmo 44:1 “Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído”. ¿Quiénes son los que hablan en los salmos?
2. El rey David. Muchas de las veces es el rey David. David es identificado en los títulos de 73 de los 150 salmos. Y aunque algunos dudan que David sea el autor en algunos de ellos estos títulos se encuentran en los textos hebreos más antiguos que tenemos. El NT considera estos títulos como autoritativos. Por ejemplo en Marcos 12:36 “Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.” Aquí Jesús sigue al salmo 110 el cual le atribuye este salmo a David. Y podríamos dar más ejemplos de los mismo. En un sentido todo el salterio es conectado con David. Según estudiemos los salmos veremos que en algún sentido todos los salmos son escritos desde la perspectiva del rey.
3. El pueblo de Israel. David como rey se dirige a Dios como el representante del pueblo de Israel. Mira el Salmo 25:1 “A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.” ¿Quién está hablando? Aquí habla David. ¿Pero habla solo por sí mismo? David incluye a todo el pueblo de Dios. ¿Cómo lo sabemos? V. 10 “Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.” ¿Son las sendas de Jehová misericordia y verdad solo para David? David dice que son para todos los que guardan su pacto y sus testimonios. David habla como representante del pueblo. Así que el salmo más persona e individual que leamos es también para el pueblo de Dios. Y el salmo más nacional y corporativo que leamos es también para el creyente individual. Todos los salmos son tanto para el individuos como para todo el pueblo de Dios.
4. Los cristianos. Es importante recordar que nosotros como cristianos somos herederos de todas las promesas hechas a Israel. Nosotros somos el Israel de Dios. La iglesia es el nuevo Israel. Gálatas 6:16 “Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.” Hasta que no entendamos esto no podremos no solo entender los salmos sino tampoco vivirlos. Tan importante son los salmos para el pueblo de Dios que el NT contiene 326 citas y alusiones de alrededor de 115 salmos diferentes. Para los escritores del NT los salmos contienen el mensaje de NT.
5. Jesús el Rey. Los salmos no son solo para el rey, para Israel y la iglesia. Todos los salmos son los cánticos del Gran Rey. Jesús mismos dijo que los salmos hablan de él. Lucas 24:44 “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.” En nuestro estudio veremos que Jesús cumple todo lo que ellos hablan acerca de él. Jesús vivió los salmos. Por ejemplo cuando Jesús limpió el templo, los discípulos entendieron esto en las palabras del Salmo 69:9a “Porque me consumió el celo de tu casa”. Cuando Jesús entró a Jerusalén el Domingo de Ramos el pueblo lo alabó en las palabras del Salmo 118:26 “Bendito el que viene en el nombre de Jehová”, y él defiende las alabanzas del pueblo citando el Salmo 8:2a “De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza”. Jesús interpretó la traición de Judas al citar el Salmo 41:9 “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.” El cantó el Salmo 118 cuando comía la pascua. El vivió el Salmo 22 al momento de su crucifixión. Salmo 22:1 “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. Jesús entrega su espíritu en las palabras del Salmo 31:5a “En tu mano encomiendo mi espíritu;.”, etc. Los salmos son los cánticos de Jesús mismo. Pero también son las oraciones hechas por Cristo para su iglesia y sus respuestas a la iglesia. El nos reveló en los salmos cómo debemos orar al Padre por medio de él. Pero también nos revela cuál es la contestación del Padre por medio de él a nuestras súplicas. Siempre nuestro acercamiento a Dios es por medio de él. Por medio de Jesús nuestras oraciones y alabanzas y súplicas llegan al Padre. Y por medio de Jesús descienden hacia nosotros.
En conjunto con todo esto tenemos que decir que el NT nos ayuda a entender cómo debemos leer los salmos. Según el NT todas las referencias a Dios en el salterio son una referencia al Hijo de Dios. Hebreos 1:10-12 “Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. 11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, 12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.” El autor de Hebreos cita este pasaje del Salmo 102:25-27 y se lo atribuye a Jesús. Cuando uno lee el Salmo 102 uno no ve una referencia directa a Jesús sino de Dios mismo como Creador y eterno. Pero el autor de Hebreos cita el Salmo 102 para probar la deidad de Cristo. Pero cuando uno lee este salmo verá que habla del reino de Dios y que todas las naciones serán reunidas juntas para servir a Dios. Esto solo ocurre por medio de la fe en Cristo. Así que lo importante de este pasaje en Hebreos es enseñarnos que Cristo está presente en los salmos como el Dios eterno e inmutable quien es exaltado sobre todas las cosas. Los salmos revelan a Cristo.
V. Los Salmos 1 y 2
1. Hemos visto que sin lugar a duda hay una estructura detrás de la compilación de los salmos. Los eruditos no están seguros de cuál es. Sí señalamos que la existencia de grupos de salmos sea esto por autores, géneros literarios y temas indican que hay una estructura. Aunque sin ser dogmáticos con ella, podemos ver que David es el personaje que une o eslabona a los salmos. No solo la mayoría de los salmos se le atribuyen a David sino que el tema del reino está presente constantemente en los salmos.
2. Seguiremos la siguiente estructura que el Dr. Robert Godfrey sugiere en su libro Aprendiendo a Amar los Salmos.
a. Libro I: La Confianza del Rey en el Cuidado de Dios
b. Libro II: El Compromiso del Rey al Reino de Dios
c. Libro III: La Crisis del Rey sobre las Promesas de Dios
d. Libro IV: El Consuelo del Rey en la Fidelidad de Dios
e. Libro V: La Celebración del Rey de la Salvación de Dios
No olvidemos que el tema central de los salmos lo es: : la bondad de Dios y su amor permanente por el justo. Dios cuida de nosotros aunque muchas veces no lo veamos así. El siempre está presto a socorrernos. Pero los salmos también son un manual no solo de consuelo sino también un manual de alabanza.
3. ¿Qué son los salmos? Son un manual de adoración para el pueblo del Señor. ¿Quieres aprender a orar mejor? Estudia los salmos. ¿Quieres ver la actitud de adoración que debemos tener al adorar? Estudia los salmos. ¿Quieres vivir a vida que agrada a Dios? Estúdialos. ¿Quieres incrementar tu fe en el Señor? Ya sabes la respuesta.
4. Salmo 1 y 2:
a. Los primeros dos salmos son importantes por el hecho de que los temas que aquí se discuten son esencialmente los temas que se repiten de alguna u otra forma en el salterio. Son una puerta a la entrada al recinto de adoración. ¿Cuáles son los temas?
(1) la ley de Dios: su obediencia y su desobediencia
(2) los dos caminos: el camino del justo y del impío
(3) la bendición del justo y la maldición del impío
(4) el Mesías
(5) la soberanía de Dios sobre las naciones
(6) el reino de Dios
b. Salmo 1
(1) Este salmo consta de 3 estrofas: (1-3 la vida distintiva del justo), (3-5 el futuro del justo y el impío contrastado), (6 la discriminación de Dios). Es un salmo sapiensal que contrasta la vida y conducta del justo con el impío. Ambos son descritos y definidos según su fidelidad al estudio de la ley de Dios. Hay un énfasis para motivar al justo al estudio constante de la ley de Dios. Los que se dedican a estudiar la ley de Dios, la Palabra de Dios y quienes la hacen su compañía diaria (de día y de noche) son los que son realmente bendecidos. La buena vida y vida feliz es aquella que se vive continuamente en la presencia de Dios y se vive para su gloria. Podríamos equivocarnos y pensar que los impíos son los prósperos. Pero no es así. Su vida es una vida “maldita” porque no gozan del favor de Dios.
(2) Este salmo es un llamado a prepararnos para adorar a Dios. Pero no podemos hacerlo a menos que nuestra vida se separa del pecado, no consienta con el pecado y mantenga una separación con los que aborrecen la ley de Dios y sus caminos. “El primer paso para vivir bien, dice Calvino, es renunciar a la compañía de los impíos”. El justo entonces se distingue del impío porque no sigue sus pensamientos, ni sigue su forma de vida ni apoya su planes contra Dios.
(3) Esta bendición no es merecida sino que es un don de Dios. Y es una bendición que no depende de la circunstancias externas. Aun cuando no nos sentimos muye bendecidos si lo somos porque solo nosotros gozamos del favor de Dios. Y esta vida así vivida produce gozo y felicidad.
(4) Así que el justo se deleita en la ley de Dios. No solo se deleita en leerla y estudiarla sino también en obedecerla. La ley de Dios es su revelación. Y él se deleita en ella porque es la ley de su Dios. El está unido a Dios por medio del pacto. Y él no puede sino amar al Dios del pacto y todo lo que lo revela. Por eso ama su Palabra, sus juicios, sus mandamientos, sus promesas, sus ordenanzas, en fin todo. Porque todo esto revela a Dios. Y solo ellos realmente prosperan. Tan prosperidad no necesariamente es económica sino principalmente la bendición de Dios sobre todas sus obras. Claro está, el éxito económico no es señal infalible de la presencia de Dios porque los impíos prosperan económicamente. El justo vive bajo la esperanza de la bendición de Dios.
(5) En cambio los impíos son el opuesto del creyente. Ellos no se deleitan en la ley de Dios, no meditan en ella, no la obedecen porque no están en pacto con Dios. No se han unido a Dios. No aman a Dios ni se deleitan en nada que tiene que ver con Dios. Su centro es ellos mismos.
(6) Dios conoce a ambos grupos y El los distingue o discrimina. El fin del uno es distinto del otro. Juicio le espera para los impíos y salvación para los justos.
(7) En este salmo Cristo es descrito como el único que vivió una vida separada de pecadores. Uno que vino a hacer la voluntad de Dios y que su comida era hacer la voluntad de Dios. El solo se acercó a los pecadores para salvarlos. Dios bendijo todo su ministerio porque El vivió en comunión con su Padre y en dependencia del Espíritu Santo en todo momento. El es el Santo de Israel por excelencia. Es El quien reproduce esa vida en nosotros. El no muestra el camino a Dios. ¿Podemos vivir esa vida? Sí, porque Cristo nos reconcilió con Dios y su gracia transformadora nos capacita para vivir una vida totalmente consagrada a Dios. Solo así disfrutamos más y más del favor de Dios y viviremos verdaderamente felices.
c. Salmo 2
(1) Este salmo se divide en cuatro estrofas. (1-3 las naciones rebeldes), (4-6 Dios está en los cielos), (7-9 el decreto de Dios) y (10-12 el rey ungido). Porque trata acerca de la unción del rey este salmo es clasificado como un salmo real o monárquico. Es uno de los salmos más citados en el NT. Los apóstoles lo atribuyen al rey David.
(2) Este salmo busca que pongamos toda nuestra confianza en Dios y esperar el día en que Dios destruirá a todos sus enemigos y su Rey reinará sobre todo el mundo en un reino de paz bajo el gobierno de Dios.
(3) Dios es rey soberano del mundo. Pero el mundo no desea ser gobernado por Dios, V. 1-3. Su rechazo del gobierno de Dios se ve en la hostilidad que ellos demuestran en sus planes para zafarse de ese control. Su oposición es contra Jehová y su ungido, David y con esto en contra del gobierno universal de Dios. La realidad de esto se ve en todo gobierno o persona que se opone contra los planes de Dios. Los apóstoles aplican este salmo a la oposición de los reyes romanos y los judíos contra Jesús. Hechos 4:25-28. Esto nos debe llevar a orar constantemente que el reino de Cristo venga, crezca, prospere. Orar porque los reinos que se oponen al cristianismo sean transformados.
(4) ¿Cuál es la reacción de Dios ante esto? V. 4-6, Dios se burla de ellos. Su ser y persona y reino es firme sobre toda oposición. Nuestra fe descansa en que nadie puede contra nuestro Dios. Nuestra fe descansa en El. Dios también reacciona con su ira. Es decir, Dios no acepta competencia sino que requiere absoluta lealtad a su persona y su ley. El no solo responde con burla sino también con el establecimiento de su rey quien llama su hijo y heredero. Este es su decreto y como tal es firme. Este rey davídico someterá a las naciones bajo sus pies.
(5) Este rey davídico ha sido “engendrado” por Dios al momento de su coronación. Dios es su Padre y él es su hijo. El entonces representa a su Padre y procura llevar a cabo la voluntad de Dios. Sabemos por el NT que este decreto haya su cumplimiento en Jesús el Cristo, el Hijo de Dios. Pero lo interesante es cómo los escritores del NT utilizan este versículo. Los evangelios sinópticos (Mateo 3:17; Marcos 1:11; Lucas 3:22) los utilizan para señalar la proclamación del Padre sobre Jesús como su Hijo al inicio del ministerio de Jesús. También para probar la resurrección física de Cristo. En Hechos 13:33, la resurrección de Cristo es su “nacer” de nuevo, un volver a la vida garantizando así las promesas de Dios de salvar a su pueblo. Y Hebreos 1:5 el autor utiliza este pasaje para probar que Jesús es Dios y por tanto superior a los ángeles, porque Jesús goza de una relación paternofilial con el Padre que ningún ángel goza, aunque los ángeles son también hijos de Dios (Job 1:6). Y Hebreos 5:5 para probar que Jesús asumió el oficio de Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec no por cuenta propia sino le fue asignado a él cuando Dios proclamó el decreto que Él era su Hijo. ¿Cuándo le fue asignado? El pasaje no dice. Teológicamente le fue asignado y asumido voluntariamente en el Pacto de Redención antes de la creación del mundo.
(6) Dios puso su rey no solo con el propósito de representarle sino con el propósito de extender su reino por todo el mundo y que todos los reinos del mundo sean reinos de Jehová, V. 8-9. Eso fue lo que David y Salomón hicieron. Y eso es lo que Cristo hace. La iglesia es el reino de Cristo en el NT. Y ella es llamada a extender el reino de Cristo a todas las naciones. Por medio de la predicación de la Palabra el reino del Señor Jesús se extiende en el mundo. La iglesia es la llamada a extender el reino en el poder del Señor. Ese es el anhelo de todo hijo de Dios: queremos que el mundo, nuestros vecinos, familiares y todos conozcan a Dios en el rostro de Jesús y le sirvan, le amen, le adoren, le reciban como rey.
(7) Pero este rey tiene un cetro, posee autoridad para someter y destruir a sus enemigos. David lo hizo así al someter a los demás pueblos bajo su poderío. Pero si este es un salmo mesiánico ¿Cómo esta “violencia” compagina con la mansedumbre de Cristo? Jesús es manso y humilde y su yugo es fácil. Y él somete a las naciones por medio de la espada de su boca, que es la predicación de la Palabra. Dice Pablo 2 Corintios 10:4-5 “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,” Pero como espada de dos filos el evangelio es el poder de salvación a los que creen y juicio destructor a los que no creen. 2 Corintios 2:15-16 “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; 16 a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida.”
(8) V. 10, Dios demuestra su paciencia y deseo de salvar cuando llama a todas las naciones a ser prudentes y someterse al señorío de Dios con alegría. ¿Nos sometemos a su voluntad con alegría?
(9) V. 11-12, La reacción lógica es someterse al Señor y a su Ungido. La sumisión se manifiesta como servicio. Hay una buena razón para someterse al Señor, no queremos que se enoje y perezcamos por su ira. Finaliza recordándonos como el Salmo 1 que son benditos los que confían en Jehová y su Ungido.
5. ¿Con qué espíritu debemos cantar este salmo? Con un espíritu de oración: reconocer que el reino de Cristo es un reino eterno, orar porque Dios establezca su reino, gracias porque nosotros somos parte de ese reino, orar porque las naciones acepten el cristianismo y las que se oponen no lo hagan más y orar por la conversión del pueblo de Israel. Es un salmo evangelístico. La iglesia aquí en la tierra es victoriosa. Dios logrará extender su reino por encima de la oposición de los enemigos. Aunque el mundo se opone a Dios, a su Ungido (Jesús) y a su reino, El logrará su cometido. Debemos orar por los creyentes en China, Myanmar, y en otros lugares que se oponen contra el evangelio de Jesús. Y por nuestro país, por E.E. U.U, por Canadá que son países cercanos a nosotros que se mueven en oposición creciente al evangelio.
VI. Salmo 3
1. Este salmo es interesante por ser el salmo con varios número uno: el primero que menciona a su autor, tiene un encabezado, es el primero de los salmos de David y el primero que usa la palabra o término musical Selah.
2. El encabezado nos sitúa el escrito de este salmo cuando David huía de Absalón (2 Samuel 15-17). Y todo el contexto del salmo cuadra perfectamente con lo que está sucediendo en la vida de David.
3. Hay varios géneros literarios en los salmos. Hay salmos reales y de coronación como el salmo 2. Y al leer este salmo podemos ver cuál es el estado de ánimo de David. David está triste y desconsolado V. 1 “¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!” Por tanto, este salmo es un lamento. David ora a Dios y le presenta su caso triste. ¿Pero acaso Dios no sabe todas las cosas? Sí, pero El desea que nosotros vayamos donde El y le supliquemos. Busquemos de El y solo de Él la salvación.
4. Este salmo se divide en cinco partes:
a. V.1-2 – Lamento Sobre Sus Enemigos
b. V. 3-4 - Oración a Dios
c. V. 5-6 - Confianza en Dios
d. V. 7 – Oración por Liberación
e. V. 8 – Esperanza en el Señor
5. V. 1-2 David se lamenta por no solo tener enemigos sino porque ellos se han aumentado. Es un salmo personal. Mira las preposiciones: contra mí, de mí, alrededor de mí. Pero es David no solo piensa en él. El sabe que su bienestar está ligado al bienestar de la iglesia. Por eso termina el salmo con la esperanza y seguridad de la salvación de Dios sobre la iglesia. V. 8 “La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah” David sale de Jerusalén cabizbajo, llorando, sin zapatos y con un manto sobre su cabeza, en señal de su dolor. ¿Alguna vez no te has sentido así? ¿No te has sentido alguna vez derrotado? No olvidemos que aunque nuestra lucha no es contra carne ni sangre sino contra potestades, lo hecho es que estas potestades se traducen en la realidad en personas, circunstancias que traen vergüenza y un sentido de derrota sobre nosotros.
a. ¿Quiénes son los muchos? Absalón y el pueblo de Israel. La mayoría abandonó a David. Pero por encima de esto el hecho de que fue su propio hijo quien lo persigue para matarlo. ¿Cuán horrible debió haber sido esto para David?
b. Y como los salmos revelan a Jesús podemos ver en esto claramente al Señor Jesús. “A lo suyo vino y los suyos no le recibieron”, Juan 1:11. El mundo gentil entero se le fue en contra. Uno cerca a El le traicionó e incluso sus discípulos lo dejaron solo al momento de la muerte.
6. V. 3-4, En medio de todo este lamento David pone su confianza en Jehová. Mis enemigos dicen que Dios me ha abandonado y que para mí no hay salvación. David dice: “Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.” No es que me das un escudo para que me defienda sino Tú eres mi escudo. Eres tú mismo quien me defiende.
a. David mira a los atributos y perfecciones de Dios. Dios es su gloria. La gloria de Dios es la perfección de la combinación de todos sus atributos. ¿Cuál es el atributo más perfecto de Dios? Todos son igualmente perfectos. ¿Cuán perfecto es la combinación de todos? Absolutamente perfecto.
b. David confiesa que es Dios quien es el único que lo honrará y exaltará: “el que levanta mi cabeza.” ¿Cómo camina el que se siente derrotado? Con la cabeza baja. David confiesa que es Jehová mismo quien lo exalta, le restablece su honor como rey. ¿En qué descansa esa seguridad? Descansa en que David es hijo de Jehová. Y esto implica que Jehová es su Padre como dice el salmo 2. Nuestra paz y seguridad descansa en Jehová. Descansa en el hecho de que Jehová es nuestro Padre. El es nuestro defensor. El es nuestro Salvador de todos nuestros pecados y algo más; de todas nuestras miserias.
c. Entonces movido por la fe David va a Dios en oración. V. 4 “Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Selah”. Mira el orden aquí. David pone su mirada en lo que Dios es para David (Padre) y quién Dios es en sí mismo (Perfecto). Entonces ora a Dios. Y en base a esa revelación ora con fe: clama y Dios respondió. Así mismo hizo Jesús. Hebreos 5:7 “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.” Y así mismo debemos acercarnos a Dios en oración.
7. V. 5-6, David no meramente ora a Dios con fe sino descansa en Dios y en sus promesas. Las promesas están contenidas en la respuesta que Dios le dio. ¿Cuáles? Implícitamente: El es su defensor, escudo y quien levanta mi cabeza.
a. ¿Qué hace David con esas promesas? El descansa en ellas. No solo informan su mente sino que dan seguridad, quietud y paz a su alma. Si no producen eso las promesas de Dios en nosotros es que no las hemos abrazado. No las hemos creído fervientemente. Se han quedado en nuestra mente y no en nuestro corazón. Esa es la gran diferencia.
b. Por eso David podía dormir tranquilamente y despertarse en medio del campo de batalla. Su confianza en Dios era tal que podía decir: “No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí.”
8. V. 7, David ora a Dios nuevamente, pero esta vez pidiendo que Dios castigue a sus enemigos. Alguien sabe qué clase de oración es esta. Esta es una oración de imprecación. Hay salmos imprecatorios en el salterio. Estos son salmos u oraciones en el cual el salmista le pide a Dios que castigue y destruya a sus enemigos. ¿Cómo esto compagina con lo que enseña en NT con poner la otra mejilla, amar a nuestros enemigos, etc.? En primer lugar, David no ora por sí mismo egoístamente sino como representante del pueblo de Dios. En segundo lugar, son oraciones de Cristo y su iglesia en contra de los enemigos intransigentes e impenitentes de Dios. En tercer lugar, nosotros debemos orar por su conversión y decirles que hay un juicio contra los que no vienen a Cristo.
9. V. 8, David termina con la esperanza en que Dios es el único que puede salvar. Es otra oración a Dios. El salmo comienza y termina en oración. Y le pide a Dios que El cumpla sus promesas con su pueblo. No es meramente con Israel sino con su pueblo.
10. ¿Cómo aplicamos esto?
a. Jesús es el Rey de su pueblo. Y él tiene muchos enemigos. Pero su victoria es segura por ser el Hijo de Dios. Nuestra paz y seguridad descansa en la victoria segura de Cristo sobre todos sus enemigos.
b. Debemos orar por el avance del reino de Jesús. Pero su avance jamás se da sino por medio de la destrucción del reino de Satanás. C.Men. P. 102. ¿Qué rogamos en la segunda petición? R. En la segunda petición que dice: 'Venga tu reino", rogamos la destrucción del reino de Satanás; el progreso del reino de gracia; que nosotros y los demás hombres seamos introducidos y conservados en éste; y que venga pronto el reino de gloria. Y dice Apocalipsis 6:9-10 “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?”
c. Todos nos podemos identificar de una manera u otra con David. Enemigos se levantan contra nosotros: enfermedades, tentaciones, problemas económicos, traición, soledad, etc. ¿Cómo bregamos con ellos? Poniendo nuestra mirada en Dios, en quién El es para nosotros y lo que El es en sí mismo. Orarle con fervor y descansar en sus promesas. Solo cuando estas producen paz en nosotros es que han pasado de nuestra mente al corazón. Pídele a Dios que aplique sus promesas a tu alma, de lo contrario serán buenas ideas y pensamientos sin impacto alguno en nuestras vidas.