Allí en Él

Volvió el mar en seco;
Por el río pasaron a pie;
Allí en él nos alegramos.

-Salmos 66:6

Como negar la maravillosa realidad de los milagros de Dios por su pueblo. Como no cantar y adorar su carácter, sus obras y su poder. Este salmo esta lleno de un cantar contagioso. Una exuberancia alegre en la adoración del salmista a Dios. Y promete que toda la tierra adorará a Dios (v.4)

Hemos atomizado la experiencia religiosa
Como simultáneamente santos y pecadores a veces sucumbimos a las tentaciones de los extremos. Por un lado, muchos han entendido que retirarnos del mundo es la mejor opción y nos entregamos a una santidad personal casi monástica. Y por otro lado, nos vamos al otro extremo de querer ser tan relevantes a la cultura que prácticamente no queda ninguna distinción entre nosotros y ella. Una cosa que tienen en común ambas experiencias es querer atomizar la experiencia religiosa al reino de lo personal. Pero la historia de Dios tiene en cuenta a un pueblo de Dios. Es un reino en común, una comunidad de fe, una familia. Una identidad.

¿Cuanto de tu devoción, experiencia y lecturas diarias de la palabra lo ves solo en relación a ti como individuo y no en relación a todo el pueblo de Dios? Si bien es cierto que Dios quiere bregar contigo, no lo hará fuera de un contexto particular. Tu familia, tu comunidad, tu iglesia , tu trabajo, tu país. En gran manera la biblia es la historia de Dios, pero también es la historia del pueblo de Dios. Cuanto hemos sufrido por hacer de la experiencia personal, nuestra regla de fé y conducta cuando tenemos un amplio testimonio del pueblo de Dios en todos los siglos, aquellos que nos acompañan y que son una nube grande de testigos (Heb 12:1). La historia de Dios es también la historia de Dios y su pueblo.

Nuestro Dios es quién nos hace pasar por el mar en seco
Mira como dice David celebrando en este salmo

“Volvió el mar en seco” (v.6)

El Dios de todo poder es quién seco milagrosamente el mar Rojo para que pudiera dar al mismo tiempo, salvación al pueblo de Dios y juicio a los incrédulos.

Como narra el libro de Exodo:

“Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.”
-Ex 14:21 (RV1960)

Nuestro Dios es el que nos hace pasar por el río a pie
Como si fuera poco en la próxima generación hizo pasar al pueblo con Josue por el río Jordan, prácticamente haciendo eco de su hazaña y su gloria.

“Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.”
-
Josue 3:17 (RV1960)

Nuestro Dios es el que nos prueba como a plata
El mismo que nos creo y nos salva en Jesús, es el mismo que nos hace pasar por el fuego, por el agua y nos saca a abundancia de vida(v.12). Él permite nuestra aflicciones para su propia gloria. Y como buen herrero que pasa el metal por fuego para darle pureza, consistencia, fortaleza y forma, también lo pasa por el agua para limpiarle.

"Porque tú nos probaste, oh Dios;
Nos ensayaste como se afina la plata." (v.10)

¿Pero cuántas de estas imágenes son parte de la historia del pueblo de Dios y cuanto para el pueblo de Dios hoy? ¿Cuanto para mí?

Allí en Él nos alegramos
Algo en común que tienen ambas historias es el sentido de memoria y de celebración que produjo Dios en estos actos milagrosos de salvación. Tan pronto paso el pueblo el Mar Rojo, estalló en adoración dandole gloria a Dios por una salvación tan grande. Al pasar los sacerdotes por el rio conmemoraron este milagro de Dios con 12 piedras tomadas del río Jordan como un monumento permanente de la fidelidad del Dios que hace camino en el desierto. ¿Tenemos el mismo Dios? Ciertamente ¿Somos un solo Pueblo? Definitivamente

Pablo nos dice en el libro de Efesios que debemos ser:

"solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;

un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos."
-Efesios 4:3-6 (RV1960)

¿Cuánto estas celebrando tú hoy a nivel personal y colectivo con la iglesia, el milagro más grande, el de la salvación por gracia en Jesús?

Que puedas alegrarte allí, pasando por el agua o por el fuego, solo en Él y junto con su pueblo hoy y todos lo días, celebrar el milagro más grande de todos; corazones regenerados para su Gloria.