Sermón: Salmo 97:1a Jehová reina

Salmo 97:1ª “Jehová reina; regocíjese la tierra”.

            Hemos visto que a la luz de la Biblia Dios es un Dios que actúa en base a un plan definido. Todo lo que sucede en este mundo ha sido hecho cierto y fijo por el plan divino. Vimos que en este plan Dios ha incluido no solo las buenas acciones de sus hijos sino también los actos pecaminoso de los seres humanos.  Lo vimos claramente en el hecho de la muerte de Cristo. Él fue entregado a morir en la cruz del Calvario según nos dice el evangelista Lucas en Hechos 2:23 “por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios”. Su muerte no ocurrió por la casualidad. La redención de la humanidad no quedó en las manos de la posibilidad. Dios se encargó que esta fuera cierta y se aseguró decretando que ocurriría según El la planificó. Pero esa muerte vil, que es la salvación del mundo, es llevada a cabo de tal manera que Dios no es el autor del pecado ni la voluntad de la criatura es forzada o eliminada. Lo sabemos por el hecho de que Lucas nos dice que Jesús fue entregado a la muerte “por manos de inicuos, crucificándole”. El que ocurriera la muerte de Cristo fue por causa del plan de Dios. Pero el que fuera crucificado fue hecho por los pecadores que odiaban a Cristo. Dios actúa en base a un plan predeterminado, fundado desde antes de la fundación del mundo, es decir, desde la eternidad.

            Ahora bien ¿Cuáles son las implicaciones prácticas de la doctrina de los decretos divinos?

I. Reconocer que Jehová reina

            Hermanos y amigos la doctrina bíblica de los decretos nos debe ayudar a ver este mundo desde otra perspectiva. Ver las cosas que suceden en este mundo desde la perspectiva cristiana teocéntrica.

            Es Jehová quien reina en este mundo. Este es el testimonio de toda la Escritura. Como dice el Salmo 93:1-2 “Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá. 2 Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente.” Y nosotros como cristianos tenemos que decirle a todo el mundo que esto es así. Dios no ha renunciado al gobierno de este mundo. Pero las filosofía secular y la mentalidad del mundo nos quieren hacer pensar que es así. Nosotros como creyentes no podemos permitir que el mundo domine nuestra forma de pensar y cómo deben ser interpretadas las cosas.

            ¿Qué implica el hecho de que Jehová reina en este mundo?

1. Que El reina y gobierna por encima de las famosas leyes de la naturaleza. Sí, hablamos de la ley de la gravedad, del ciclo de la evaporación, de las leyes de la termodinámica. Pero todo esto descubierto por los científico no son otra cosa que leyes establecidas por Dios mismo. Y El se Rey sobre ellas. El Dios de la naturaleza está por encima de las leyes de la naturaleza. Lo vemos claramente en los milagros que Dios hizo en el AT: la creación del universo, del ser humano, del diluvio universal, de las plagas de Egipto, los milagros de Jesús y sus apóstoles. Este mundo en última instancia no es gobernado por estas leyes impersonales sino por El Dios personal Jehová de los ejércitos. El sana, el hace milagros, El oye la oración e interviene en las vidas nuestras. El muda los tiempos y aún el viento y la lluvia le obedecen.

2. Que el destino no existe. Ningún cristiano debe hablar acerca del destino. No existe el destino en un mundo gobernado y dirigido por Dios. No hablamos de un destino sino de una predestinación. No es lo mismo ni se escribe igual. La diferencia lo es entre una máquina y un ser personal. La máquina actúa según fue programada. No tiene sentimientos, no tiene propósitos, solo hacer para lo que fue programada. En la predestinación de todas las cosas es Dios quien planifica todo. Y Él es un ser personal: El piensa, siente, tiene propósitos, etc. Este mundo no es gobernado por el destino ciego sino por el Dios mismo.

3. Entonces no debemos buscar conocer la voluntad de Dios por ningún otro medio que no sea su Santa Palabra. No es propio de un cristiano leer el horóscopo, consultar los médiums, etc. Ni pensar yo sé que eso no es cierto lo de los horóscopos pero lo hago para entretenerme. Ni es correcto a la luz de la Biblia crear un horóscopo cristiano como una estudiante mía me dijo que iba a hacer. Las estrellas no dirigen este mundo. Ni la Luna, ni los signos del zodíaco. Ni debemos buscar la dirección de nuestras vidas en estas cosas. Dios les prohibió al pueblo de Israel el consultar con estas cosas. Deuteronomio 18:9-15 “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. 10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. 13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. 4 Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios. 15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis”. Ese profeta es Cristo Jesús. Y las palabras de ese profeta son la Escrituras del AT y NT, la Biblia que tienes en tus manos.

4. Ni la práctica del “Feng shui” es propia de un cristiano. ¿Sabes lo que es el “Feng shui? Es una filosofía china que postula el “uso de las fuerzas de la energía para armonizar al individuo con el ambiente que les rodea”. En una de sus formas enseña que hay que acomodar los muebles en la casa de tal manera que fluya la energía buena que hay allí. Hermanos, tal forma de paganismo tan común hoy día no debe pasar por nuestras mentes.

5. Ni tampoco es propio hablar que tengas suerte. O una forma cristianizada que he oído: suerte a Dios. La suerte no existe en el sentido correcto de la palabra. El futuro es desconocido para nosotros pero no para Dios. El decreto de Dios incluye que las acciones libres serán libres, las acciones que dependen de otras para que se hagan ocurrirán así y las cosas que son necesarias será necesarias. Pero todo esto está bajo el control y dirección soberana de Dios. Claro está la palabra suerte no es en sí misma errónea. Es usaba en la Biblia en Proverbios 16:33 “La suerte se echa en el regazo;
Mas de Jehová es la decisión de ella.”
El echar todos nuestros nombres en una bolsa y sacar quien es el que se llevará el carro lujoso Mercedes Benz podrá ser llamado echar suertes pero el resultado no es dejado a la suerte o al azar sino a la voluntad de Dios: “Mas de Jehová es la decisión de ella.”

            Si esto es así entonces no debemos olvidar que no es meramente Dios quien reina sino Jehová. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia es lo que significa e implica el nombre Jehová para nosotros.

            Miremos Éxodos 3:1-14 “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. 2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. 7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. 9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. 11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? 12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. 13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? 14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.” El Dios verdadero no es meramente Dios sino Jehová, el Dios del pacto. Según este pasaje nos dice varias características de Jehová:

            1. Él es santo y El con su presencia santifica o consagra la tierra. Por eso Moisés tenía que quitarse el calzado de sus pies.

            2. El es fiel a sus promesas por que El es el “Dios de Abraham, Isaac y de Jacob”. El cumple su pacto con su pueblo. El es su Dios y ellos son sus hijos para siempre. Nunca olvidados por Dios aunque hayan muerto.

            3. El conoce nuestra aflicción, se compadece y actúa a nuestro favor. “He visto la aflicción de mi pueblo”, “he oído su clamor”, “he conocido sus angustias”, “y he descendido para librarlos”.

            Ese es el Dios que reina en este mundo. Y si esto es así y lo creemos porque El lo ha revelado así, entonces demanda una respuesta razonable ante este Dios quien cumple su pacto, sus promesas para con su pueblo.  ¿Cuál es?

II. Vivir en alegría

            “Regocíjese la tierra”. Fíjate que es un llamado a que toda la creación se regocije. Todo lo creado debe alegrarse de que Jehová reina. Las aves y los animales porque reciben de Dios su ración diaria. Salmo 104. La tierra porque es El quien la hace germinar. Y nosotros los cristianos más que ninguna persona debemos vivir vidas alegres. ¿Sabes por qué? Porque nuestro Dios reina. Nada pasa en este mundo fuera de su control soberano. No hay enfermedad, aflicción, problema, crisis económica, injusticia que no esté bajo su control y que El no pueda anular o desviar para el bien de sus hijos.

            En última instancia fue Dios quien llevó a José a Egipto y no sus hermanos. Y Dios lo hizo con un propósito salvador en mente. Mira Génesis 45:5-8 “5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. 6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. 8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.” Mira también Génesis 50:20 “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”

            ¿En qué se basa esta alegría? Se basa nos dice el Salmo 97 en quién es Dios y en lo que El hace en el mundo.

            1. Los versículos del 2-6 describen los impresionante que es Dios. V. 2-6 “Nubes y oscuridad alrededor de él; Justicia y juicio son el cimiento de su trono. 3 Fuego irá delante de él, Y abrasará a sus enemigos alrededor. 4 Sus relámpagos alumbraron el mundo; La tierra vio y se estremeció. 5 Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, Delante del Señor de toda la tierra. 6 Los cielos anunciaron su justicia, Y todos los pueblos vieron su gloria.”

            2. Lo que Dios hace en este mundo. El actúa con justicia y juicio. Destruye a sus enemigos. Demanda que los que adoran dioses falsos se avergüencen y lo reciban a El como el Dios verdadero.

            3. Por eso los justos deben estar alegres. Porque V. 10-11 “El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra. Luz está sembrada para el justo, Y alegría para los rectos de corazón”. 

            Por tal razón el salmista termina llamándonos a estar alegres y alabar la memoria de su santidad.

            En otras palabras nosotros tenemos mil razones para estar siempre alegres, siempre gozosos porque nuestro Dios Jehová de los ejércitos reina. Sus decretos nos deben llevar a confiar en Él, a esperar en El y a ver la vida desde la perspectiva teocéntrica. Debemos rechazar toda forma de pensar que niega el gobierno y el control de Dios del mundo y de nuestras vidas. Debemos rechazar tu idea de fatalismo, de inseguridad ante el futuro, de incertidumbre y entregarnos en los brazos de Aquel que el verdadero Rey del mundo y de mi vida: Jehová de los ejércitos.

            ¿Es esa su actitud ante la vida? ¿Vives alegre o siempre llorando porque tu vida no es la vida de los ricos o los famosos o del vecino?  Dios nos llama a estar siempre gozosos. A regocijarnos siempre. Pero a regocijarnos en el Señor. Y la única manera de hacerlo es ver que este mundo está bajo el control de Dios, que todo lo que sucede ha sido decretado por Dios. Y que su salvación siempre está con nosotros. Amén.