Polvo

Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.
Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.

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Salmos 103:13-14

Bienvenido al planeta Tierra
El polvo nos recuerda que no estamos en el cielo. Por más que condiciones tu hogar, siempre encuentra entrada. Ese polvo es materia en descomposición. Partículas finas de miles de objetos o organismos que están decayendo. Asombrosamente este versículo enlaza la paternidad de Dios, con los orígenes y el destino del hombre. Dios es quién con sus mismas manos creó a Adán del polvo de la tierra (Gn 2:17) y bajo la maldición de la muerte la humanidad regresa al polvo al descomponerse. (Gn 3.19)

El Padre conoce tu origen
Él conoce nuestra condición. Él se acuerda de que somos polvo y con esto revela el carácter compasivo de Dios. Se recuerda de qué fuimos creados, que fuimos caídos, que somos frágiles. Él se acuerda de que “somos” polvo y no que “seremos” polvo. Él conoce nuestra presente condición y conoce la brevedad de nuestra vida.

Cualquier niño se siente robustecido en confianza teniendo un padre amoroso. Pero aún si no hubieras tenido esa experiencia, estas a tiempo de experimentar el mayor Amor. El amor del evangelio. El Padre celestial proclama sobre hijo Jesús en presencia de muchos testigos; “Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia”.(Mat 3:17) El Padre tiene completa satisfacción en su hijo Jesús. Piensa en esto. Dios tiene placer en su Hijo. Como cuando miras a tus hijos y los encuentras irresistibles y te llenas de una sobredosis de amor por ellos. Dios tiene perfecta complacencia y encuentra placer en amar a su Hijo; Jesus.

Jesus mismo, intercede ante su Padre para que el mismo amor y la misma unidad que el Padre tiene con el Hijo este ahora con todos los creyentes. Jesus oraba de esta manera en Juan 17:23;

"Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado."

Parece Increíble. No solamente se compadece de aquellos que le temen, recordando su frágil condición, ahora en Jesús Dios Padre nos ama con el mismo amor y complacencia con que ama a Jesús. El amor de Dios se extiende a nosotros a travez de su Hijo y en el Espíritu. “!Nos dio potestad de ser hijos suyos! “ (Juan 1:12)

Bienvenido a la Familia de Dios
Tenemos tantos ejemplos del amor paternal de Dios en la Biblia que no terminaríamos. Su protección, su cuidados, su comunión y su disciplina paternal esta por todas partes. Y esto es uno de los motivos de dar gracias hoy. El que podamos experimentar el amor y cuidado paternal de Dios. No solamente se compadece de nosotros si no también se complace de nosotros y por medio de Jesús podemos pertenecer a la familia de Dios. Él conoce tu condición. No te dejará en polvo de la muerte.

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19)